Tomaré unas pequeñas vacaciones en las que seguramente (aunque es mi intención) me resultará difícil postear algo. Les dejo cuatro buenos discos para que exploren hasta mi regreso.
Punk Mod.
Independiente - 2009. (Válido para premio 2010).-
La imagen ramonera de zapatillas, vías de tren y adoquines de la tapa del álbum de Telephon podría llevar a apresuradas conclusiones: “otra banda punk más” sería la que rápidamente me saldría si no escuchase el disco. Una buena recomendación de un disquero conocedor derribó el prejuicio. Esta banda surgida de la inagotable cantera platense da mejor con el ADN mod de The Jam que con el punk básico de Ramones. Sin resignar fuerza y energía se apoyan en melódicas canciones que contagian fervor. La base veloz y las guitarras afiladas y muy bien trabajadas enmarcan una voz que, entre sabiamente descuidada y arrogante, arman su paleta de composiciones muy parejas e intensas en las que se nota la mano de Gualberto De Orta, productor que está teniendo una considerable influencia en el sonido del rock hecho en La Plata.
Bastante más de lo que parece prometer su imagen, Thelefon cocina con elegancia un buen disco rocker apto para mentes exigentes. Las influencias de la más alta alcurnia punk podrían ser listadas casi de memoria (The Clash, Sex Pistols y toda su descendencia) pero rescato más como logro ese toque de distinción que hace que el rock de garage de Thelefon sea el de un garage para un Mercedes, sin grasa en el piso ni mugre en las paredes.-
La esperanza es lo último que se pierde.
Crack Rok - 2010.-
Conocí a Victoria cuando era Abril y el brazo de la ley no los había tomado aún del cuello para evitar que utilicen el nombre de la actriz española. Un tema en un compilado de fines de los noventa editado en la extinta revista Revolver llamado "El Álbum Blanco" llamó mi atención por su melodía sinuosa y su instrumentación rebuscada. La canción en cuestión se llamaba "Esta Época" y los vengo siguiendo desde entonces con la esperanza de poder volver a encontrarme con esa ambiciosa exploración sonora. El tiempo y los discos pasaron y yo sigo esperando. Los tiempos del electropop han envuelto a Victoria Mil en una rosca de la que, seguramente por propia voluntad, no desean salir. Y, de esta manera, mi espera se torna inútil.
Este nuevo disco los encuentra ofreciendo la fórmula que los llevó a la consideración del público de rock independiente pero que los encarceló, según mi visión, en una matriz artística algo cerrada marcada por esa canción lánguida y de voces arrastradas que nunca explota y que es todo un sello. Con algunos toques instrumentales interesantes (un fraseo que se asemeja a un coro de niños en “Otra Forma” es muy bueno), un uso de guitarras al frente que les queda muy bien, algunos guiños dance de los buenos (“Cada Golpe”) y otros descartables (“Robotino”). El disco fluye pequeño aunque correcto y me sigue dejando el recuerdo de aquel tema que era sorpresa y esperanza y hoy añoro. Hay una dosis de humanización analógica con respecto a trabajos anteriores en varias canciones que parecen querer sostener mi esperanza. Después de tantos discos, shows y giras nacionales y en el extranjero lo más seguro es que Victoria Mil tenga razón y el equivocado entonces soy yo.-
Sicodelia moderna.
Independiente - 2009. (Válido para premio 2010).-
Su disco llegó por correo a mis manos por lo que les estoy muy agradecido, tanto como por su libertad compositiva que convierte a La Novena Utopía en uno de los trabajos más interesantes que escuché en los últimos tiempos. No digo con esto que sea "lo que más me gustó" pero es justo decir que La Perla Irregular es una de las bandas con mayor apertura mental para hacer música que puede encontrarse hoy en la Argentina. En un entorno de rock cuadrado, sin ideas y, sobre todo, sin ánimo de correr riesgos a caballo de propuestas supuestamente "para todos", La Perla Irregular se destaca como un laboratorio de géneros, búsquedas e influencias.En su aleaciones musicales aparecen melodías beatle, pinceladas folk o raptos rockeros, todo perfumado con el aroma inconfundible de la sicodelia y el beat del proto rock argento. Ya desde la tapa y la tipografía sabemos que estamos frente a un trabajo que algo va a tomar del pasado. Y lo hacen con tan buen gusto y respeto que hay que sacarse el sombrero. No hay esa idea de "todo tiempo pasado fue mejor" sobrevolando todo, sino que hay una reinterpretación de varios años de historia del rock tamizada por una banda que vive en el nuevo milenio.
Un disco orquestado por instrumentistas de fuste, conocedores del don de la composición que es de escucha obligatoria para todo amante del rock en sus vertientes más diversas.-
http://www.laperlairregular.com.ar/
http://www.myspace.com/laperlairregular
Porteños patagónicos.
"El Fin de la Ilusión" - Camelar.
Independiente - 2009. (Válido para premio 2010).-
Como haciendo honor a la máxima que indica que Dios atiende en Bs. As. Camelar hizo su disco desde la capital del país, aún sabiendo que "Buenos Aires me envenena". Vienen de la Patagonia pero saben que es allí, en la gran ciudad, donde se corta el bacalao. Apilando sabiamente canciones que lucen oscuras y melancólicas Camelar rinde explícito tributo a Spinetta desde el logrado cover de "Cada Luz" y su sonido de melodías hondas y un clima general algo triste que se deja entrever desde la misma tapa del disco.
Un buen trabajo que alterna electricidad con climas más tranquilos, siempre en un cuidado ritmo sereno conducido por un cantante de dicción clara y fraseo dramático que se cuida de no caer en la falsa impostación. Líricamente comprometidos, levemente complejos, altamente disfrutables, instrumentalmente diestros y, sobre todo, muy convencidos de su orientación y búsqueda El Fin de la Ilusión es un trabajo rotundo que puede o no gustar (como todo, por supuesto) pero que derrama calidad en toda su extensión. Para almas sensibles y exégetas de la canción.