Hace unas semanas publiqué un texto acerca de ser músico independiente, las dificultades que implica y la satisfacción de no ceder principios artísticos a pesar de la falta de resultados económicos. Vuelvo a ese texto y agrego el invalorable aporte de Holy, artista independiente y promotor de su sello Holyroock Records, que, desde su experiencia verdadera, agrega realismo a la idea general.
Destaco que todo lo que Holy expresa es su opinión absolutamente personal que comparto totalmente.
Si tienen un rato léanlo. No es tan largo.
Deseo por último que por favor realicen otros aportes como este para enriquecer esta idea y, aunque sea, hacer catarsis.
¿Qué es ser indie?
¿Qué decimos cuando decimos “rock indie”? Se ha polemizado y confundido su verdadero significado tornándolo casi inutilizable ya que para poder entender de qué hablamos cuando decimos “indie” tenemos que establecer un acuerdo para ver si estamos hablando de lo mismo.
Indie es la reducción del término inglés independient que, obviamente, significa independiente. ¿Independiente de quién? En el caso que nos ocupa la independencia se establece de los sellos de grabación grandes o “majors”. Pero ¿por qué hay que trabajar independientemente de las grandes compañías que podrían garantizar una perfecta distribución en cualquier lugar del mundo, promoción y publicidad y, por lo tanto, volúmenes de venta grandes? Es que la independencia es artística más que comercial y ambas inevitablemente van de la mano.-
Veamos las cosas desde el garage de la banda del barrio. El tema es rockear toda la noche, componer tus temas y tocar para los amigos. Si la bola se hace un poco más grande y los conciertos empiezan a tener alguna gente fuera del círculo familiar-amistoso más conocidos como fans, la cosa cambia. Uno tiene la idea salvadora: grabemos un demo y que lo escuchen en una grabadora.-
Pasemos ahora al escritorio del empresario de la grabadora. El tipo escucha el demo y la banda es buena. Les propone editar el disco. Publicarlo. Sacarlo a la calle. Para eso, amigos, hay que poner dinero. Y la gran pregunta es ¿quién lo pone? Porque hay un tema central: nadie quiere poner dinero para perder, ni los chicos del garage ni el señor del escritorio. Lo interesante, para ambos, es que el disco se venda, porque si no vende la plata que se pone (en estudio de grabación, master, producción artística, ingeniero de sonido, copias, cajas, booklets, publicidad en revistas, rotación en radios, distribución en disquerías y un largo etcétera) se va por la rejilla. Todos queremos que el dinero que invertimos sea rentable, es decir, que nos vuelva más gordito de lo que salió. Si pongo diez mil, quiero que me vuelvan por ventas más que eso y cuanto más vuelva, mejor. Es como cuando compramos champú o desodorante: queremos pagar lo menos posible, que nos dure meses y además oler y brillar como estrellas de Hollywood.-
Pero, claro, tratándose de dinero, va a haber problemas. El señor del escritorio, si pone el dinero, también va a poner condiciones. Es que si no hay condiciones, no hay dinero y la banda vuelve al garage. El que pone el dinero manda y esta es la gran cuestión. Las condiciones de las grandes compañías son tan exigentes que desvirtuarán el proyecto original: pondrán un productor que modificará el sonido de la banda para hacerlo más... comercial. Les dará una muy baja participación en las ventas. Los obligará a larguísimas esperas en radios y programas de mala muerte y otro largo etcétera.
El objetivo es que el disco sea rentable, es decir, que la plata que pusieron vuelva más gordita de lo que salió. ¿Y si no? Fácil: el proyecto fracasa, la plata se pierde, los discos van a la batea de ofertas y la banda... vuelve al garage pero derrotada.-
La otra opción es la independencia, hacer todo solo. Ser libre de condiciones, de exigencias y horarios. Ser un verdadero artista y no un empleado de una multinacional. El que pone la plata manda dijimos más arriba por lo tanto para mandar la banda va a tener que poner la platita. Para todas las tareas y obligaciones adquiridas cuando se toma la decisión de no depender de nadie. Y, por lo tanto, correr el riesgo de perderla si el proyecto artístico no es exitoso.-
Una aclaración indispensable a esta altura: no estoy estableciendo una comparación de posturas para ver quién gana o cuál es la mejor. Son dos formas de operar distintas en un medio en el que se produce una de las más difíciles situaciones de equilibrio: se juntan el arte con el negocio y hay que procurar que ese equilibrio sea estable.-
Ser “indie” entonces es una postura del artista frente al negocio de la música y serlo o no serlo dependerá del grado de compromiso que el artista tenga con su obra y de los resultados comerciales que de ella espere. El punto en que el artista se plante y diga: no acepto ninguna imposición y mi arte es así contra viento y marea, será el que defina de que lado está. El costo de esta decisión es convertirse en el comandante de su propio destino con todo lo bueno y lo malo que trae, arma de doble filo si las hay.-
A menos que una banda sea diseñada por la compañía discográfica como productos de entretenimiento y no artísticos (los ejemplos más cabales son Bandana y Mambrú), todo músico es en principio independiente. Conservar o no esa condición estará en su campo de acción o de reacción frente a los estímulos del público y de la industria. Sumo fue una banda independiente que editó su primer trabajo por las suyas y que, al adquirir masividad, pasó a formar parte del catálogo de una compañía pero sin entregar ninguna de sus banderas artísticas. Claro, era un producto rentable tal como era y no necesitaban ponerle nada que lo modificase. Equipo que gana no se toca, dicen los DT de fútbol. Divididos es otro ejemplo similar y los Redonditos de Ricota son el paradigma de la independencia compatible con la rentabilidad.-
Ser indie, de ninguna manera, es un estilo o un tipo de música. La música es otra cosa. Si puede decirse que como característica más o menos general se da que los artistas independientes son cultores de un sonido poco entrador para oídos no entrenados. Una música difícil de digerir es muy complicado para vender por lo que los artistas que corren riesgos, generalmente, quedan condenados a producir sus trabajos de manera independiente.-
En otros casos la independencia es una posición ideológica y no habrá forma de fichar a músicos que no quieren tener trato con el capital y la empresa.-
¿Quién no quiere vivir del arte que produce? ¿Alguno no quiere tener una cuenta bancaria bien gordita producto de la venta de sus discos y tener todo el tiempo dedicado a componer o tocar? ¿No sería un sueño lograr un acuerdo con una empresa que se ocupe de todo lo referente al negocio, la producción, la difusión y la distribución y cuide a los artistas como estrellas? Eso sí que sería alcanzar equilibrio estable.-
Lo que parece una condición común a estos músicos es que su interés es llegar al público que valore su arte y su amor por lo que hacen. No importa si pierden plata, no importa si tocan en condiciones pésimas o si viajan en colectivo kilómetros para un concierto ante solo unas decenas de personas. Su pasión va más allá de todo, el arte les sale de los poros furiosamente. Usan todos los medios técnicos que tienen a su alcance: blogs, sitios, mails, recorren disquerías a pie y dejan sus discos en consignación. Lloran de bronca al ver el éxito comercial de esa bandita vulgar que llena bares y teatros tocando nada y no entienden como la gente no puede comprender su propuesta. Sufren y disfrutan lo que hacen con igual intensidad para que otras personas sientan la misma emoción que ellos. Para ellos es este pequeño espacio y este premio subdesarrollado.
“Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta.”
Pablo Picasso
Mr. E
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Tus palabras sobre el concepto de "indie" me han parecido acertadas, personalmente (hablo en este momento como Holy) me costaría mucho analizar el "mainstream" ya que desde mis comienzos "profesionales" con Vermearder y 72 Records he abrazado los ideales de la independencia llevando adelante todos nuestros trabajos al mas puro estilo DIY.
Sin embargo, como músico formado en los 80's y nacido en el interior, mis primeros sueños (como, pienso yo, casi los de todos los que nos movíamos en el rock de Mendoza en esa época) fueron en primer lugar "ir a Buenos Aires" y luego "esperar que nos vea un productor y nos lleve a grabar un disco". Evidentemente eran otras épocas y todo el "motor musical" funcionaba de otra manera.
A pesar de conocer los incontables fracasos de muchos de nuestros antecesores que intentaron tal hazaña, y movidos por ese "amor a lo que hacíamos" del que vos hablás, cumplimos con nuestro destino y nos plantamos en "la gran ciudad" con poca plata y muchas ganas de poder desarrollar (y en el mejor de los casos vivir de ello) nuestro arte
Por supuesto cuando por fin llegamos a Baires, dejando atrás infancia, amigos, recuerdos, familias nos encontramos con la "crudísima" realidad, éramos una gota de agua en un inmenso océano, no encontramos a los productores "ávidos" de material fresco ni las entrevistas en TV o radio, ni los recitales multitudinarios. Lo que si encontramos fueron trabajos de 12 horas, tener que ahorrar varios meses para conseguir un pedal, una guitarra, un platillo, ensayos a altas horas de la noche, etc. etc.
En fin, luego del desencanto inicial, la fuerza y la energía seguían intactas, y, apoyados en grupos como Pavement, Sebadoh, Guided by voices, Beat Happening y muchos mas ¿decidimos? que, en lugar de darle un dinero que nos costaba muchísimo conseguir a los dueños y técnicos de los grandes estudios, crearíamos nuestro propio estudio "indie", en ese momento nace 72 Records sobre todo para dar salida a los trabajos de Vermearder, nuestra banda de entonces.
La historia de 72 Records como sello discográfico independiente esta plagada de conciertos para 5 o 6 personas, bobinas y bobinas de CD's apilados en un rincón (aunque ya nos ayudo la evolución del CD-R para, al menos, producir de acuerdo a nuestras escasísimas ventas) aunque también de impagables horas, días, meses, de experimentaciones sonoras y grabaciones entre amigos muy enriquecedoras para nosotros como músicos (y también como "técnicos").
Después de unos cuantos años en eso, y con Vermearder prácticamente disuelto, comienza nuestra etapa "europea" y mi despegue como solista con Holy (proyecto que nació con la independencia casi obligada) e ¿ingenuamente? creo Holyrook Records, que de ninguna forma pretende continuar lo hecho por 72 aunque ideológicamente muy influenciado por éste en un principio.
Holyrook nace con ideas de economía, independencia, apertura estilística y sobre todo cero presión para sus artistas, primero publicando sus trabajos en CD-R pero al fin cediendo (yo personalmente creo que el formato CD esta TOTALMENTE ACABADO) a las nuevas formas de difusión, sobre todo internet y convirtiéndose en un Netlabel que ofrece su música para ser descargada gratuitamente bajo licencia Creative Commons.
Para resumir podría decir que 10 años dedicados al "indie" me han dejado innumerables experiencias, gente increíble a la que he conocido, muchísimas horas grabando, mezclando, cortando tapas de discos una a una, sensaciones de grandeza y fracaso, en fin, una etapa muy intensa en la que sigo embarcado y a la que creo que nunca podré (ni querré) abandonar.
Holy
Últimamente, las compañías discográficas sólo apañan mercancías, que saben que se van a vender rápido, y casi nunca obras de arte. Nadie arriesga, no hay margen para eso. En los ´80, grupos arriesgados, como Virus, firmaban con compañías. En un punto, que las compañías no tengan margen para arriesgar, habla de su propia decadencia. Creo que el CD ya fue, y que en un futuro cercano los grupos van a subir sus temas a la red, de manera gratuita o a conciencia, y van a generar ingresos tocando en vivo. Tendremos entonces un mercado más genuino, sin tanto marketing infeccioso, donde los músicos tendrán que transpirar la camiseta, como todos.
ResponderEliminarabz.
Franco Ruiz
Franco:
ResponderEliminarGracias por tu aporte. Coincido con lo que decís. El riesgo casi nunca es rentable y las discográficas no van a correrlos.
El cd puede morir pero creo que es una cuestión de formatos. Los músicos seguirán produciendo álbumes.
Un abrazo.
Mr. E
Ya sé que esto se publicó hace mil, pero recién ahora llego a este blog... y bueno,leí y me dieron ganas de comentar.
ResponderEliminarSer independiente, sí, es una actitud hacia un montón de cosas. Los que venimos hace rato haciendo música desde el alma sabemos de esos conciertos para 15 tipos, y de esos conciertos para 100, y de esos momentos en los que una se pregunta "para qué hago todo esto?" y por toda respuesta todo cobra sentido en el momento que cantás tus canciones y ves a alguien mover la cabeza al compás y disfrutando con vos, aunque sea uno.
Creo que las bandas que se nombran, como Sumo, etc, son bandas que tal cual, conectaron con la gente sin necesidad de cambiar. Y esa es la magia. De qué depende esa magia? Creo que de nada que esté a nuestro alcance. Yo creo que en algún punto la gente que realmente disfruta con la música se da cuenta de la autenticidad o no de las propuestas artísticas, de si realmente sale "del alma" de quien está cantando o tocando o si vino un productor y le dijo "hacé esto". Cuando las propuestas auténticas conectan con el estado anímico de mucha gente, ahí es cuando está la magia, y eso es solo destino, estar en el momento correcto en el lugar correcto haciendo lo que uno ama hacer. Y ahí es cuando se producen fenómenos como Nirvana o tantas otras grandes bandas de la historia que haciendo lo que hacían de repente cobraron una masividad inesperada. O como fenómeno local: Los Brujos, que hacían algo re limado y difícil de digerir pero que a un montón de gente le re cabía, por qué? Y porque sí... porque hacían algo bueno, algo nuevo, y algo que conectó con la gente por las causas misteriosas que eso sucede y nadie puede explicar. El otro día hablaba de eso con Quique Ilid, que era el batero y con quien ahora tengo el gusto de compartir escenario cada tanto. Inexplicable pero pasó.
Y ahí es también cuando bandas creadas con fines comerciales no trascienden más allá de sus momentos de éxito comercial, como la última fragancia de un desodorante... duran un tiempo, después ya fue, se vuelve aburrido salvo que cambien, y ahí hay otros miles de ejemplos también de fenómenos que se mantienen en el tiempo porque, como buen producto, saben manejar las leyes del marketing y todo eso, no porque hagan algo con contenido auténtico ni nada de eso.
Bueno, yo toco, tengo mi banda, tengo muchos amigos que tocan con sus bandas y hacen malabarismos para laburar, ensayar, estar con sus seres queridos, etc... y que a veces tocan para 10 y a veces para 100. Y tal vez a alguno de todos nosotros nos toque trascender, espero que así sea, porque talento sobra. Para muestra, vale un botón, dicen: http://ola2008.blogspot.com/, un mini ciclo que organicé en el verano con ayuda de muchos amigos. En esta semana subimos todos los audios que faltan, fueron 8 noches de artistas excelentes. Todos excelentes. Todos indies. Todos merecerían llegar a mucha más gente, porque todos hacen lo que les sale del alma... no sé si alguno de nosotros alguna vez tendrá verdadero éxito comercial que le permita vivir de esto, pero sí seguro la estamos pasando re bien y conociendo gente maravillosa y como dijo Holy... no creo que nos querramos bajar de esto, con mayor o menor intensidad pero me parece que todo siempre vamos a hacer música.
El blog en esta semana lo terminamos de actualizar, hay un montón de cosas geniales para escuchar. Hay un montón de cosas pasando y esoes bueno. En este marco, toda ayudita (como este premio), viene AL PELO.
Saludos!
Clara V.
Clara:
ResponderEliminarTu aporte es tan sincero como valioso. Te lo agradezco mucho.
Deseo que la magia acompañe siempre tu arte.
Mr. E