La casa de la noche y su tenue luz.

Rosal - "La Casa de la Noche".
Popart - 2009.-

Me encanta Rosal. Amo a Rosal. Disfruté de su pop naif de "Educación Sentimental", la sensible musicalidad de su segundo álbum y la madurez sobria y vibrante de "Su Majestad". Mis expectativas son siempre altas para una banda de este calibre y este trabajo lo esperé con la ansiedad del que sabe que puede ser exigente con quien es exigente consigo mismo. Y eso es Rosal, una banda que siempre se ha obligado en calidad y levantado la vara cada vez más alto en cada uno de sus sucesivos proyectos. La profusión de instrumentos de los listados en los créditos del cd me invitaba a pensar, además, en un trabajo rico y colorido en sonoridad. Pero el destino me dijo que no. Que este es, a mi juicio, el trabajo menos inspirado de la banda de Ezquiaga, que sigue cantando con su estilo y clase pero que en sus composiciones no del todo logradas no logró plasmar lo que hasta acá había hecho. No digo que este es un álbum fallido. En todo caso no es tan logrado como su antecesor. Se lo puede tildar (como algunas reseñas han hecho) de "ornamentado" o "sofisticado", palabras que solo sirven para revolver el agua y no dejar ver el fondo. Las canciones de este disco no terminan de explotar nunca, de reposadas terminan siendo monocromáticas. Sus instrumentaciones no sorprenden y las melodías no llegan a empardar las canciones que brillan en sus discos anteriores.-
Pero el tiempo dará revancha a los que, como yo, somos seguidores de Rosal. Son pocas, muy pocas, las bandas nacionales o extranjeras que logran encadenar cuatro discos de calidad al hilo. Es esta una baja natural en la producción de una banda excelente que no pudo subir el escalón en una carrera que era todo ascender. La historia sigue y allí estaremos.-

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