Volvió Gori. Lo estaba esperando.

"El Río" - Fantasmagoria.
Bingo! Records / Popart - 2010.-

En toda oportunidad en la que tengo que arbitrariamente escoger a mis bandas predilectas del rock argentino incluyo a Fantasmagoria. Gori me parece un tipo con una muy firme convicción y claridad conceptual para hacer su música y su vida. Pero principalmente creo que es uno de los músicos más talentosos que tiene el rock argentino. Los tres discos anteriores de Fantasmagoria, así como sus proyectos laterales (Gorianópolis, por ejemplo, o los eps editados virtualmente) son brillantes compendios de canciones de melodías atrapantes y pegadizas en los que no es fácil encontrar descensos de calidad. Todos los trabajos de la banda tienen una solidez poco frecuente y valen de principio a fin. Este álbum confirma según mi juicio esta idea. Hay canciones enormes como "El Río" o la emotiva "Pachi" que se destacan entre otras muy buenas, conservando ese "estilo Fantasmagoria" moldeado por las guitarras acústicas y la carismática forma de cantar de Gori, intensa y poderosa, aún en los pasajes más intimistas.
Me atrae particularmeente ese clima trágico-optimista en la poesía de Gori, con esos personajes (seguramente autobiográficos) que aprendendieron a nadar cuando el agua empezó a llegar o que "a veces no hago las cosas bien... a veces me salen y a veces no quiero" en una declaración de principios rebelde pero auténtica y pacífica. Celebro la incorporación de pianos acústicos o sobrios teclados que le dan más color a las canciones, renovando el sonido sin perder identidad.
Me anticipo a considerar que habrá en esta etapa nueva del grupo algunas observaciones prejuiciosas. Por primera vez Fantasmagoria edita su trabajo en un sello "main", se distribuye a escala nacional y tocan en la tele. Las voces que dirán "que se vendieron" o en el mejor de los casos que "adaptaron su música a un gusto más masivo" no hacen más que equivocarse. La banda sigue una línea estilística absolutamente coherente y, sobre todo, en un alto nivel de calidad compositiva como en el pasado. Gori y sus huestes merecen el éxito (como lo merecen todos los grandes artistas) y sólo están trabajando para lograrlo. Lo demás en prejuicio o... envidia.
Volvió Gori coin sus canciones, su expresividad, sus personajes marginales tiernos y ese rock tan pero tan bueno. Me alegro.

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