Independiente - 2012.-
En su debut Thelefon se presentaba desde la portada del cd con una imagen punk paradigmática: negro, blanco y rojo, la calle y uniformes de jeans gastados y zapatillas caminadas hasta el maltrato. En su segundo trabajo la banda reipte foto pero esta vez enmarcada en un mundo ideal, un paisaje soleado, agradable y diáfano. No significa que el cuerteto de La Plata haya mudado su sonido punk pero manifiesta una visible intención de cambio conceptual. En lo musical la producción de Ray Fajardo, militante experimentado en estos laburos con El Otro Yo o Jauría, limpia y emprolija la propuesta sin socavar sus bases veloces ni sus guitarras mordaces. Thelefon sigue tan punk como antes, new wave agrio, garage ordenado si se quiere. En este sentido la línea no se tuerce y el segundo trabajo es más desde la producción que desde la composición. Y creo que ese era el objetivo de la banda: ordenarse y profundizar en los detalles, dar un paso estrictamente adelante sin desear mover la dirección más allá de unos pocos centímetros. Y ahí llegaron con su punk rock veloz y efectivo. En sus letras hay una carga de urbanidad permanente y una rebeldía adolescente contra las instituciones y sus representantes, padres o políticos por igual. Bajada de línea opinable pero tan antigua como la humanidad misma.-
Thelefon es la banda que todo adolescente debería escuchar pero no se si por demasiado tiempo. El disco es el manual para construir un mejor lugar hoy. El segundo es siempre difícil y la prueba ha sido superada. El gran desafío va a ser el tercero donde inevitablemente el volante deberá cambiar de ángulo para no caer en la repetición. Tienen con qué, no hay duda. Hay que ver si quieren y eso les compete a ellos.-
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