Cecilia Discos - 2014.-
No se muy bien por qué pero intuyo que Paoletti debe ser un gran tipo. Desde 1994, año en el que editó su debut "Paciencia", ha vivido seguramente feliz, haciendo su música, disfrutando de su familia y de su carrera de abogado. Fue, probablemente, un pionero de los rockeros de la zona Sur del Gran Buenos Aires. Algunos prestigiosos invitados del barrio aparecen en este trabajo y deben sentir que están frente a una verdadera leyenda. Apareció en los compilados de Índice Virgen (ver post Incunables) y se ha ganado el respeto de la escena y la crítica. Algo generacional también nos une. El nombre de este disco es una frase de la presentación de la antiquísima serie El Hombre Nuclear que, al lado de la hiperproducidas sagas actuales, debe ser como una fiesta de quince grabada por un tío con un teléfono de primera generación que ya es un fool phone.-
En sus comienzos los discos de Adrián sonaban raros, curiosos, sanamente desentonados. Ahora también. Pero uno se acostumbró, lo reconoce como algo suyo. Es que no es un gran cantante. Tampoco un compositor brillante ni un instrumentista eximio. Es lisa y llanamente un fabricante de canciones lindas y cálidas que le salen desde hace años y nos regala en discos que edita de puro generoso y amable. Este álbum es sin dudas lo mejor que ha hecho pero no ha desechado su estilo ni renegado de sus obras previas. Piezas de melodías algo ingenuas pero espiraladas, cantadas con tranquila pasión y franqueza como las que hacía hace veinte años. Pop folk sentimental diáfano y dulce. Enormemente personal y auténtico. Es el disco de un amigo de años. Los compro casi de compromiso. Pero no duermo tranquilo hasta que no lo tengo. Y los disfruto. Y le perdono todo. Y me sorprende siempre. Como los buenos y viejos amigos.-
http://adrianpaoletti.bandcamp.com/
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