martes, 12 de abril de 2016

Soy leyenda.

"Luca Prodan. Libertad divino tesoro."
Oscar Jalil.
Editorial Planeta - 2015.-


En estos ocho años de premio hice solo un comentario de un libro. Es acerca de la historia de la UMI y se llama "Otro cantar". No quiero meterme con otras cosas más que con la música en discos pero en aquella oportunidad me pareció que aportaba a difundir un libro recién editado también de forma independiente. Hoy me moviliza para volver a comentar un libro el afecto y, sobre todo, la admiración que me inspiran tanto Luca Prodan como Oscar Jalil, autor de la biografía que nos ocupa dedicada a la leyenda del pelado italiano.-
El escritor, por si alguno no lo conoce, es toda una garantía a la hora de pensar en un trabajo biográfico: fanático melómano,erudito del rock en todas sus vertientes, periodista sagaz en destacados medios pero sobre todo, y a los efectos de un resultado satisfactorio, un profesional equilibrado, sensato, riguroso y humilde que nunca quiso exponer su probada sabiduría y mucho menos bajar línea.-
La obra tiene una estructura temporal que comienza antes del nacimiento de Prodan y repasa su vida familiar en detalle. Jalil va contextualizando y dando marco histórico a los momentos de la vida del músico para después dar paso al gran trabajo de investigación edificado: los testimonios de los auténticos protagonistas de la leyenda en las más variadas escalas de compromiso. Así desfilan las invalorables palabras de su hermano Andrea y su "otro" hermano Timmy, sus compañeros de banda (no todos), sus varias novias, algunos colegas, artistas de la época, productores y otros personajes que, de una u otra forma, orbitaron en el increíble universo de Sumo. La historia se escribe entonces de manera colectiva con las declaraciones (en muchos casos auténticas revelaciones) de los que estaban ahí, disfrutaban, sufrían, reían y puteaban con las impredecibles conductas de Luca.-
El trabajo de entrevistas, recopilación y selección ha sido indudablemente titánico pero vale la pena por sus resultados. Encontrarse con los recuerdos de tantos tipos admirables que cuentan una época que seguí apasionadamente es una satisfacción en si misma. El libro nos lleva a los que estábamos ahí (o más o menos cerca) a evocar la mística de Sumo y la energía que la banda transmitía no solo en sus incendiarios conciertos sino en cada cosa que hacía. Fui testigo directo de la anécdota del festival Rock in Bali que se describe con precisión y ávido devorador de todo lo que era Sumo a mi juicio una de las mejores bandas que ha parido el rock argentino y que sin dudas fue, memorando la publicidad de FM Rock and Pop, "una banda demasiado peligrosa".-
Por todo esto el libro ya vale la pena hasta la última de sus páginas. pero lo más sustancioso es que toda esa información real y que la perspectiva del tiempo fue despojando de apasionamientos adolescentes, celos y envidias terminan por ponernos en el lugar del que saca conclusiones propias. Así, diría que Prodan no nos enseñó que había mucho rock desconocido en la lejana Europa de la era post punk sino que acá "faltaba mucha locura", como él mismo se ocupó de entender. O que más que mostrar otra música enseñó a hacer otra cosa y nos desnudó nuestras propias limitaciones que el rock argentino no veía enceguecido por su prosapia gastada. También que detrás del rocker frurioso y el artista lúcido había un hombre débil, adicto incurable, que muchas veces sacó de sus cabales a sus más fieles amigos o generó rechazo en sus círculos más cercanos. El libro, en definitiva, nos permite hacernos una idea cabal de cómo era Luca Prodan en su condición de persona más que en la de leyenda. Oscar Jalil nos muestra mágicamente la historia de un mito que aún hoy sigue marcando a generaciones en su faceta humana, tortuosa, repleta de defectos, exageraciones y aciertos. Lo genial es que esta biografía de Luca Prodan, luego de la lectura, se proyecta en la mente del lector que digiere todo lo aprehendido y refleja su mirada del fenómeno para escribir su propia biografía. Es quizás por esto que Jalil no baja su línea ni juega al juez. Tampoco nos cuenta la historia. Nos pone la historia en la manos y deja la parte de las conclusiones para cada uno de los que disfrutamos con este libro y nos guía sabiamente y sin que nos demos cuenta hasta el final que, de la mano de su enorme trabajo, terminamos de construir en nuestras mentes la vida de un personaje único.-

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