viernes, 5 de mayo de 2017

Parte de su religión.

"No bombardeen Barrio Norte" - Martín Zariello.
Vademecum - 2016.-

No debo pedir disculpas por ser autoreferencial en esta reseña ya que lo soy en casi todas. Comentar este libro del marplatense Martín Zariello me servirá para lavar alguna culpa y hacer catársis por mi conflictiva relación con Charly García. Admito que es un genio (García, no Zariello, aunque creo que hacia ahí está encaminado), que es probablemente uno de los artistas más lúcidos que ha dado nuestro país y que es dueño de una obra monumental y naturalmente despareja pero indiscutiblemente alcanza picos sublimes. De todas formas nunca llegué a conectar definitivamente con él. Sui Generis fue mi primer acercamiento al rock argentino y pensé en ese momento de mi adolescencia reciente que el romance era para toda la vida. "Adiós Sui Generis" me parece un disco excelente, el mejor en vivo que se haya hecho por acá, y hubiese ganado cómodo el Premio Mr. E. La Máquina de Hacer Pájaros tuvo un debut fascinante y fue el primer recital que vi a los doce años. Y después todo cambió. Descubrí el rock duro de AC/DC, luego el punk y Serú Girán quedó irremediablemente en la vereda de enfrente. Mi hermano me llevó casi de los pelos (cosa que le agradeceré por siempre) a verlos a una carpa un verano en Mar del Plata y pude comprobar su talento. Luego de la ruptura del cuarteto la carrera solista del gran Charly recibió mi aplauso pero no mi complacencia. Y después vinieron Soda Stereo, Don Cornelio y Sumo y los caminos del rock argentino se ramificaron como nunca antes.-
Cuando "Yendo de la cama al living" fue editado yo estaba enfrascado con "Sound Affects" de The Jam que, aunque editado dos años antes, encontré en aquel 1982 con mis dieciocho abriles. Entiendo que Charly García es un músico prepunk en su formación. Su música en el inicio de su carrera hizo pie en el folk, la psicodelia y el rock progresivo (rótulo más, etiqueta menos). Siempre tuvo como referencia total a The Beatles y después sumó a Prince pero nunca se hizo eco del punk y menos del postpunk. Aunque más no sea de manera explicita en su obra. Su música prescindió de ese halo musical que si afectó y muy considerablemente a los rockeros argentinos de los años ochenta y... a este humilde reseñador. Imagino que esa es la razón por la cual nunca terminé de encontrar su frecuencia en mi olimpo del rock argentino y me sumo a la canonización del mito solo en el discurso. Es extraño pero el más punk del rock argentino nunca hizo punk.-
¿Por qué razón entonces leí un libro sobre él? La primera es porque admiro al escritor. Martín Zariello es dueño de un lenguaje claro, ameno y preciso. Tiene un fino sentido del humor, es hábil para las comparaciones y no se enreda jamás en pavadas pretenciosas. Conoce mucho de rock en general y reflexiona con sagacidad sin quedarse en la superficie. Escribe con envidiable naturalidad y expresa sus sentimientos y pasiones con el corazón en la mano. Esta es otra de las razones: es tan sincero en caratularse como fanático de García que parece una humorada, pero no lo es. Su admiración lo lleva por caminos de revelaciones que, para los que no somos ni de cerca conocedores de su obra a ese nivel, resultan muy interesantes. También edifica conceptos tan inteligentes como apreciables como el que indica que la obra de Charly tiene conexiones temporales a lo largo de todo su desarrollo asimilables a pasadizos secretos que solo sus seguidores pueden entender. O pensar que no se puede no ser fanático del músico del bigote bicolor (lugar común que no usa) y declara su rechazo a quienes no lo somos en magnífica y absurda sentencia que afirma que carecemos de sensibilidad "en general", estrellándose graciosamente contra su intelecto.-
La última razón es porque esto no es una biografía, ni una historia. El disco en cuestión es solo el pedestal en el que el autor se afirma para recorrer indistintamente los diferentes momentos de la producción del artista. Martín va recorriendo las canciones del disco pero son la excusa para ir y venir por el pasado, sus bandas y sus otros discos y hasta tocar en algunos casos hechos recientes de la vida de Charly. También hay lugar para grabaciones no oficiales, conciertos, su relación con otros músicos argentinos, los medios y, diría, la cultura rock argentina de la que él es parte trascendental. La lectura es entonces tan aceitada como su método de hilar anécdotas, datos y sucesos que parecen en principio a borbotones pero que guardan completa coherencia.-
Tal como el mismo Martín dice "el libro es una máquina de hablar de Charly García". Y esta simple oración define como una nueva categoría literaria. Mi conciudadano reconstruye la vida del músico desde su admiración y buceando en toda la profunda investigación que lleva adelante diría que desde siempre. Tengamos en cuenta que Zariello debe haber nacido casi junto con la salida del álbum y que, por lo tanto, Charly entró a su vida consciente casi al final del pináculo de su carrera solista.-
Cualquier seguidor del rock argentino debería leer este libro para tener un panorama claro del mapa que se hizo alrededor de García y su música dibujado por un joven y brillante autor que, paradójicamente, nunca vio un show de sus momentos más importantes. En sus páginas se verifica el inmenso aporte que ha hecho a la música argentina toda. Y hasta creo que Charly me gusta mucho más de lo que yo creía.-

http://ilcorvino.blogspot.com.ar/2016/09/no-bombardeen-barrio-norte.html

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