"Enchastre" - Louta.
Columbia - 2018.-
Los hijos buscamos oponernos a nuestros padres en algún momento de nuestra etapa adolescente. Es una conducta humana y está bien que pase. Las personas queremos tener nuestra propia identidad y los padres, que son los referentes idealizados durante la niñez, se convierten en el blanco de nuestras críticas y reproches en los años "dieci" y, en muchos casos, hasta bien entrados los "veinti". Está bueno que esto suceda. No es un problema y, además, pasa y no deja huellas.-
El gran aporte del rock principalmente de la mano de The Beatles, el fenómeno cultural más grande del siglo XX, fue otorgar un espacio de protesta y diferenciación que hasta ese momento la juventud no tenía. Mi Viejo era un tanguero fanático, melómano y coleccionista de discos, material gráfico, libros y un largo etcétera. Heredé su pasión por la música pero el tango, a mi, no me esperó nunca. Fue una forma de oponerme, supongo. Y pasó sin heridas, salvo mi desinterés por el género porteño por excelencia. Pero el tango era el rock de mi viejo. Una manifestación urbana, contestaria y ¡joven! con la que él, seguramente, se opuso en sus años mozos a su padre gallego, además de hacerse hincha de River cuando su Viejo era partidario del más castizo San Lorenzo. El rock se quedó un tiempo largo y se convirtió en la cultura representativa de varias generaciones que quedaron en una especie de "limbo de oposición a los padres", si se me permite el concepto de psicología berreta. Los viejos le mostrábamos el rock a nuestros hijos y ellos se subían entusiasmados como cuando lo descubrí yo autogestivamente. Siempre me pregunté cómo se iban a oponer a mí mis hijos si mi (nuestra) discoteca era para ellos un lugar apreciado. Mis chicos sabían que los discos de The Beatles se escuchan de inicio a fin y que el botón foward está bloqueado para tamaña obra de arte. ¡Ni a eso se opusieron! Mamaron el rock desde el día uno de sus vidas (mi canción de cuna preferida era "Bankrobber" de The Clash, por la melodía, no por la letra, aclaro) y encontraron allí identidad y representatividad. Y no pasó nada. No hay huellas psíquicas graves pero integran el lote generacional ausente del principio de la oposición a los progenitores.-
Y todo esto lo digo para llegar a Louta porque creo que es la cabal materialización de un nuevo canal de resistencia a los padres. Y no es solo eso sino todo lo que significa y representa. Louta es la gran novedad de la cultura independiente de una camada joven que encuentra en él un exponente que antagoniza con todo lo establecido por las generaciones precedentes. ¿Louta hace rock? ¡¿A quién le importa eso ahora?! Como en las nuevas expresiones musicales que he comentado este año hay trap, electrónica y hip hop pero, en su caso, casi ningún ancla con la tradición del rock argentino. Estamos frente a un fenómeno artístico difícil de comprender cuando te formaste en otro mundo, rockero, analógico, sin redes sociales ni comunicadores youtubers. Pero sobre todo cuando creciste en un entorno en el que ser rebelde y diferente eran atributos necesarios y valorados. Louta no hace rock en el sentido estricto del término y es que ese sentido está perdiéndose. No nos pueden mostrar contrastes escuchando a Green Day cuando nosotros amábamos a Sex Pistols. Pero si lo pueden hacer con Louta porque nos pone en el incómodo lugar de la incomprensión. Y no hay nada más frustrante que no poder interpretar un fenómeno frente al que no solo lo hace sino que, encima, lo disfruta. Y esto si es rock. Nos desacomoda, nos perturba, nos suena raro, molesto, ¡nos rockea en la cara!-
Debo decir que "Enchastre" definitivamente no me gusta, lo cual no es un problema ya que muchas cosas no me gustan. De hecho no me gustan The Rolling Stones, indiscutibles abanderados del rock. Pero que algo guste o no es una cuestión subjetiva que nos redime de dar explicaciones. El problema es que no lo entiendo porque no es para mí y paso a ser el abuelo gallego al que mi Viejo le clavaba unos tangos que para él no tenían el más mínimo significado. Opinar sobre la música Louta sería una paradoja ¿qué digo de algo a lo que no puedo captarle el sentido? Puedo analizarlo pero no puedo ofrecer un veredicto o dar mi mirada subjetiva. No puedo decir que es malo porque no me gusta ni puedo decir que es bueno porque no lo comprendo.-
Louta, dicen, tiene un vivo demoledor. Pero canta solo y sobre grabaciones, sin grandes efectos escénicos. Sin embargo es generalizado definir a sus actuaciones como muy movilizantes. Sigo sin entender. Su obra no solo es su música, es la acumulación de sus shows, su vestuario vintage (todo un desafío), sus posteos en redes, sus entrevistas y, como dijo un gran músico y amigo, los comentarios que esos posteos desencadenan. Es una expresión artística de nuevas generaciones que buscan otros sonidos y experiencias. La electricidad ya pasó. El rockero rebelde no le va. El dark depresivo o el punk encendido tampoco. Todo lo que entendimos y fue nuestro ya no es de ellos. Y han encontrado la forma de mostrárnoslo y, por lo menos a mí, hacerme sentir que estoy completamente afuera.-
https://www.youtube.com/watch?v=u-2Z_vOOro8
miércoles, 7 de noviembre de 2018
viernes, 2 de noviembre de 2018
El isleño.
"Chango" - Isla de Caras.
Estamos Felices - 2018.-
Estamos Felices - 2018.-
El sueño del rock cambiando el mundo se terminó definitivamente. Muchos tampoco nos lo creímos demasiado. Hizo su aporte, no lo niego, pero no ha sido el motor principal. Pero lo que si creo es que el rock como nació ya no va a existir más. Los jóvenes músicos hacen sus canciones utilizando retazos de todo lo que escuchan y los alimenta. La guitarra eléctrica fue la bandera de varias generaciones y el sonido de la ciudad y sus suburbios. Hoy hay otros ruidos y la electrónica endulza más los oídos de las camadas más jóvenes. Es razonable. La música pop está reinventándose todo el tiempo pero en este momento hay como un remolino que está acomodando piezas, incorporando y escupiendo gestos, estilos y... gente. Algunos nos sentimos en un plano tan conservador como nunca imaginamos, pero de nada sirve esperar a que todo vuelva a ser como antes y lo recomendable (al menos para mí) es seguir caminando y buscar entre las cosas nuevas aquellas que nos puedan emocionar y conmover como alguna vez lo hicieron esas bandas que continuamos adorando pero que dejaron su huella y nadie más, o muy pocos siguieron.-
Y hay que ser optimistas para pensar que aparecen algunos proyectos seductores e inteligentes que no van a romper cuerdas ni empapar remeras pero me gustan. en esta línea pongo a Perras on the Beach, Luca Bocci, Formica o los geniales Usted Señálemelo, mezclando prácticas rock, hip hop, algo de ¿trap?, mucha electrónica y un perfume de rock nacional de raíz Spinetteana. Claro que en cada caso las proporciones son diferentes así como también lo es el resultado. Incorporo entonces y le doy mi bienvenida a Isla de Caras, personal proyecto de Lautaro Cura que es, si se me permite el chimento, el hijo de la Vicepresidenta Gabriela Michetti. "Chango" es su primero disco luego de algunos EP o sinlges y ha habido un leve pero significativo cambio. La música ha tomado un rumbo no tan bailable y ha ganado en sensualidad y sensibilidad. Lo que era una propuesta dance ha dado paso a una música pop del nuevo milenio. Un equilibrio entre suavidad, electrónica, guitarras con carácter y un cantar frío pero que no peca de inexpresivo caracterizan a Isla de Caras como un exponente actual de la música pop argentina e ilumina un momento en el que los jóvenes han desconectado sus intereses de los principios fundacionales del rock. Igualmente hay quienes aportan algo novedoso mezclando datos conocidos y siguen alimentando la cultura rock. En este caso desde una isla.-
https://www.youtube.com/watch?v=loUDvjpUoF8
https://www.facebook.com/IsladeCaras/
https://www.facebook.com/IsladeCaras/
martes, 30 de octubre de 2018
Dos más dos es cinco. O más.
"Cinco Finales para el mismo cuento" - Flopa.
Independiente - 2018.-
Independiente - 2018.-
Potenciados en su relación de amistad y encuentros musicales frecuentes, la alquimia logra elevar las canciones dolorosas y violáceas de una artista que con generosidad, buen gusto y tino, se vuelca a una postura intensa como hace tiempo que no se la veía. Flopa se sabe más cuando está bien acompañada y lejos de todo egoísmo comparte sus canciones para que nosotros podamos disfrutarlas. Gracias por la juntada, es un éxito.-
jueves, 11 de octubre de 2018
Power pop de altura.
"Obras Cumbres" - Los Andes.
Independiente - 2018.-
Independiente - 2018.-
Su nuevo proyecto agrupa a otros músicos de destacada trayectoria pero no hay duda que el pulso compositivo de la banda lo lleva Rubin, seguramente con consenso y satisfacción de sus cumpas, pero esta es una banda con su tonalidad. Pop confiable y sólido, de melodías esmeradas y sonoridad meticulosamente vigilada para canciones amenas y entretenidas. Todo ocupa su lugar con comodidad: las guitarras, las voces y un clima relajado en lo que ellos mismos etiquetan como power pop. Y esto es... ¡muchísimo! Cuando los cronistas se deshacen en elogios por las superproducciones exageradas Los Andes hace su música con la belleza simple de la canción pop y la inteligencia plasmada en el equilibrio brillante de la trilogía nombre de la banda + nombre del disco + tapa del disco. Rubin y sus amigos no tuercen la historia del pop pero hacen su aporte siempre grato y siempre bienvenido.-
viernes, 5 de octubre de 2018
Andaluz pero argentino.
"Fuego en las Naves" - Tobogán Andaluz.
Independiente - 2018.-
¿Será por lo de Andaluz que traje este comentario cinéfilo? En verdad creo que no. El contraste se justifica porque este disco de Tobogán Andaluz me parece que tiene eso que no me conecta con "La casa de papel". Y es que "Fuego en las Naves" es un disco melancólico y sombrío, rayano con el pesimismo, bien argentino, triste y taciturno. Tanto como para tener un tema llamado "Tango" o contar la dramática historia de violación en "Lágrima Plateada".-
Este es el cuarto disco de la banda y debo reconocer que nunca antes les había puesto el ojo. Es probable que me haya equivocado o que, en el mejor de los casos, los haya abrazado en una etapa más cercana a mis preferencias. Pero digamos que más allá de los tiempos y las series españolas o argentinas el cuarteto concibió un gran disco. Con un estilo que recuerda un poco a Mi Amigo Invencible, un pop de melodías suaves y claras, las nueve canciones muestran un compendio de sensibilidad y refinamiento musical que es casi inédito para los tiempos que corren.-
Tobogán Andaluz me conquista tarde pero con las herramientas adecuadas. Con su tristeza de derrota inevitable y melancolía violácea. Lo que no pudieron los gallegos atracadores lo lograron estos falsos andaluces.-
viernes, 7 de septiembre de 2018
Destellante sencillez.
"Destellos del futuro" - Pels.
Pontaco - 2018.-
Arropadas por apenas una guitarra acústica y una suave percusión la voz de Pels sigue sonando gigante y la banda mantiene la capacidad de conmover desde un costado menos adornado. Y es por eso que aplaudo. Como el viejo Lee pero en este otro lado del mundo hay quienes confían en sus instintos y en su estado emocional para hacer discos de gran porte. La continuidad de la obra es brillante aún cuando el cambio la signe. Y es que ahí está parte de su encanto. La misma calidad, el mismo nervio, nada más que un poco simplificado. Pero no menos esplendoroso.-
martes, 24 de julio de 2018
Viva la diversidad.
"Nos vamos a morir de hacer estrategias de amor" - Los Rusos Hijos de Puta.
Sony Music / Columbia - 2018.-
No alcanzo a explicarme aún cómo un sello mainstream como Sony Music editó este disco. Agradezco desde ya el favor. No me imagino a un creativo de la firma presentando a la gerencia un proyecto de publicación con este nombre y mostrando sus antecedentes. Pero el milagro se produjo y, en principio, la banda no parece haber pagado costos, al menos en la columna de los artísticos. Los Rusos Hijos de Puta conservan solamente una cosa: su eclectisismo casi obsesivo, hijo de una libertad desenfrenada. El resto es una mezcla cada vez más diversa de opciones y pruebas. El proceso creativo de la banda debe ser absolutamente inorgánico. Imagino que las canciones son el producto de vivencias, situaciones y sentimientos que surgen con la espontaneidad con la que son vividos y se traducen en composiciones que no responden a un patrón compositivo o estilístico. En escenarios tan diferentes como una plaza, la cocina de un amigo o el DF mexicano las cosas suceden y la banda saca su instantánea musical. Así vamos de la densidad de "Capilla del Monte" a la suavidad de "Cascada" para pasar al pop cumbiero aunque amable de "Parawita". De cada cosa que les sucede los Rusos hacen una canción que plasma sus experiencias y miradas. La rabia que los caracteriza no ha desaparecido. Hay varias canciones cargadas de furia. Tampoco falta su ya conocido descontento con casi todo.-
Los Rusos Hijos de Puta son una banda sincera que vomita sus convicciones y que no se apega a nada más que lo que les parece que hay que hacer. Esa cualidad de ser imprevisibles es para mí un gran capital y en este disco les ha dado un grado de apertura musical extraordinario. En momentos en los que la repetición de fórmulas parece instalarse que aparezcan discos tan coloridos y desprejuiciados es para aplaudir. Un álbum diverso, como la banda misma. ¿Sabrá Sony lo que hace? Poco importa. Ya está hecho. Gracias.-sábado, 21 de julio de 2018
No sos vos, soy yo. Otra vez.
"Las pruebas destructivas" - Bestia Bebé.
Laptra - 2017.-
Asumidos como pibes sencillos, de barrio y libres de toda pretensión artística alcanzan rápidamente su objetivo de rockear a todo volumen y sumergirse en la fiesta. Mi problema es que, como dije con Las Ligas Menores, a mí no me alcanza y me deja gusto a poco. Entonces yo si tengo pretensiones mayores. La clave está en buscarlas por otro lado. Asistimos a la conversión del rock indie en una fórmula conservadora y eficaz por lo que, en lo que a mi respecta, baja sensiblemente el interés y se convierte algo previsible. Valoro a los artistas que tienen capacidad o al menos voluntad de cambiar y ser creativos. Buenas canciones y bellas melodías hay muchas y a esta altura de mi camino ya tengo demasiado escuchado y quiero músicos con intención de poner algunos escollos (no demasiados) en mi atención. Como pasa en estos casos el problema es mío y no de las bandas que no hacen su música a la medida de mis necesidades. Y a las pruebas me remito.-
viernes, 20 de julio de 2018
Corría el año 1992...
"Fuego artificial" - Las Ligas Menores.
En 1992 los chicos de Las Ligas Menores no habían nacido. O al menos tenían edad de guardería. En ese año, y tomados medio arbitrariamente, se editaban "Dirty" de Sonic Youth, "May I Sing with Me" por Yo La Tengo y "Slanted and Enchanted", álbum debut de Pavement. Yo ya era casi un señor, el CD explotaba en difusión tanto como mi cabeza bombardeada por nuevas corrientes musicales que al parecer el suceso mundial de Nirvana había descubierto. Un cuarto de siglo después hay que decir que esas bandas, esos discos y tantos otros dejaron una huella imborrable y marcaron la cancha para siempre. De allí en adelante miles de jóvenes en todo el mundo se abrazaron al cantar lánguido, las guitarras distorsionadas y las melodías atractivamente sencillas. Como el punk el "indie" se opuso al academicismo rockero y terminó también convertido en cliché.-
Las Ligas Menores son una banda en este sentido paradigmática. Este comentario se asocia con los dos que lo anteceden en este blog. Parece una banda que no quiere cambiar ni está por ahí su búsqueda y en este aspecto su faro es más que claro. Su música se va perfeccionando y los cambios de un disco a otro se circunscriben a mejorar el sonido y ajustar los detalles orquestales. Ya no son una banda "incompleta", no hay dudas. Pero son una agrupación "indie" por antonomasia que suena cada vez más lozana por perfeccionar el estilo.-
En tren de comprenderlos hay que aceptar que el objetivo está cumplido. Son el estandarte estilístico de Laptra y han amasado una propuesta que puede llegar a cualquier público sin perder identidad. Mirando como cultor del rock debo ser franco y decir que a pesar de las buenas melodías, las combinaciones de voces y los arreglos inteligentes... no me alcanza.-
"Fuego artificial" es un buen disco, no hay duda. Pero hubiese sido realmente extraordinario en aquel lejano 1992.-
Laptra - 2018.-
En 1992 los chicos de Las Ligas Menores no habían nacido. O al menos tenían edad de guardería. En ese año, y tomados medio arbitrariamente, se editaban "Dirty" de Sonic Youth, "May I Sing with Me" por Yo La Tengo y "Slanted and Enchanted", álbum debut de Pavement. Yo ya era casi un señor, el CD explotaba en difusión tanto como mi cabeza bombardeada por nuevas corrientes musicales que al parecer el suceso mundial de Nirvana había descubierto. Un cuarto de siglo después hay que decir que esas bandas, esos discos y tantos otros dejaron una huella imborrable y marcaron la cancha para siempre. De allí en adelante miles de jóvenes en todo el mundo se abrazaron al cantar lánguido, las guitarras distorsionadas y las melodías atractivamente sencillas. Como el punk el "indie" se opuso al academicismo rockero y terminó también convertido en cliché.-
Las Ligas Menores son una banda en este sentido paradigmática. Este comentario se asocia con los dos que lo anteceden en este blog. Parece una banda que no quiere cambiar ni está por ahí su búsqueda y en este aspecto su faro es más que claro. Su música se va perfeccionando y los cambios de un disco a otro se circunscriben a mejorar el sonido y ajustar los detalles orquestales. Ya no son una banda "incompleta", no hay dudas. Pero son una agrupación "indie" por antonomasia que suena cada vez más lozana por perfeccionar el estilo.-
En tren de comprenderlos hay que aceptar que el objetivo está cumplido. Son el estandarte estilístico de Laptra y han amasado una propuesta que puede llegar a cualquier público sin perder identidad. Mirando como cultor del rock debo ser franco y decir que a pesar de las buenas melodías, las combinaciones de voces y los arreglos inteligentes... no me alcanza.-
"Fuego artificial" es un buen disco, no hay duda. Pero hubiese sido realmente extraordinario en aquel lejano 1992.-
lunes, 16 de julio de 2018
Diario de escucha.
"El Camino No Elegido" - Las Armas Buenos Aires.
Discos Motor - 2018.-
Día 1: Compré el cd de Las Armas Bs. As. con la convicción de haberme dejado un buen recuerdo su debut. El tratamiento rock y blues estilizado terminó por convencerme. Llevo.-
Día 1 a la noche: la tapa del disco me suena forzada. El camión, el chofer Gauchito Gil. La poética de la ruta bonaerense no me termina de atrapar. Escucho el primer tema. Una intro de coros, palmas y cuerdas da paso a un riff simplón. Apago y me duermo. Mañana será otro día.-
Día 2: "Otra vez la policía emocional está patrullando mis versos" me parece un hallazgo y el riff, si bien sencillo, es entrador y el groove me pega mejor. Ahora... el "Blues del gato" me supera. ¡Con armónica y todo! Mejor pongo la radio..
Día 3: ¡"La habitación" es un temón! Con aires Arctic Monkeys y melancolía de amor roto. Este si que está bueno.-
El tono blusero sigue presente pero empiezo a sentirlo un poco más limpio, menos alcoholizado. Un poquito de ritmo bailable para "Lo bueno de estar solo". Ya nos vamos amigando.-
Día 4: Arrancar la mañana escuchando "Hay un chico muerto" te amarga el día. La profunda pesadez de la letra se conecta con una canción viscosa y conmovedora. Salgo a laburar con los ojos todavía húmedos. Pienso: qué bien logrado, qué sentido.-
Día 12: Vengo escuchando el disco a repetición. ¡Qué buen laburo que se mandaron estos tipos!. Rockeros inteligentes que saben poner distintos climas y estilos en una paleta amplia y muy bien dosificada. Blues y rock sofisticado sin perder suciedad ni nervio.-
Al final me terminaron por convencer. El fantasma de Manal y de Pescado Rabioso están siempre presentes pero peinaditos y bien trazados. Y eso que a mí no me gusta el blues ni tampoco soy un bonaerense del conurbano. La banda consigue anticoagular la densidad perezosa del género tradicional. Es que lo que a mi me gusta es Las Armas Buenos Aires.-
Día 1: Compré el cd de Las Armas Bs. As. con la convicción de haberme dejado un buen recuerdo su debut. El tratamiento rock y blues estilizado terminó por convencerme. Llevo.-
Día 1 a la noche: la tapa del disco me suena forzada. El camión, el chofer Gauchito Gil. La poética de la ruta bonaerense no me termina de atrapar. Escucho el primer tema. Una intro de coros, palmas y cuerdas da paso a un riff simplón. Apago y me duermo. Mañana será otro día.-
Día 2: "Otra vez la policía emocional está patrullando mis versos" me parece un hallazgo y el riff, si bien sencillo, es entrador y el groove me pega mejor. Ahora... el "Blues del gato" me supera. ¡Con armónica y todo! Mejor pongo la radio..
Día 3: ¡"La habitación" es un temón! Con aires Arctic Monkeys y melancolía de amor roto. Este si que está bueno.-
El tono blusero sigue presente pero empiezo a sentirlo un poco más limpio, menos alcoholizado. Un poquito de ritmo bailable para "Lo bueno de estar solo". Ya nos vamos amigando.-
Día 4: Arrancar la mañana escuchando "Hay un chico muerto" te amarga el día. La profunda pesadez de la letra se conecta con una canción viscosa y conmovedora. Salgo a laburar con los ojos todavía húmedos. Pienso: qué bien logrado, qué sentido.-
Día 12: Vengo escuchando el disco a repetición. ¡Qué buen laburo que se mandaron estos tipos!. Rockeros inteligentes que saben poner distintos climas y estilos en una paleta amplia y muy bien dosificada. Blues y rock sofisticado sin perder suciedad ni nervio.-
Al final me terminaron por convencer. El fantasma de Manal y de Pescado Rabioso están siempre presentes pero peinaditos y bien trazados. Y eso que a mí no me gusta el blues ni tampoco soy un bonaerense del conurbano. La banda consigue anticoagular la densidad perezosa del género tradicional. Es que lo que a mi me gusta es Las Armas Buenos Aires.-
viernes, 1 de junio de 2018
Creer o reventar.
#1 - Formica.
Inependiente - 2018.-
#1 es renovación, catársis, entusiasmo y sorpresa. Y Formica es un cantor electrizante que hace de sus composiciones un verdadero show teatral. Se celebra y se aplaude. Y le creo.-
viernes, 18 de mayo de 2018
Parte de la movida.
Más o menos bien. El indie argentino en el rock post Cromañón. - Nicolás Igarzábal.-
Edición: Gourmet Musical, 2018.-
Un libro con ese título no podía estar ausente en los comentarios de este reseñador. Nicolás Igarzábal ha tenido inquietudes musicales muy parecidas a las que tenemos todos los que andamos por este baldío digital en formato blog y él las documentó en un libro que es, para mí, de lectura indispensable y que me despertó gran expectativa al instante de enterarme de su edición. Poder tener una publicación de este tipo es una batalla ganada.-
El autor no hace (y lo celebro) una historia o efemérides del rock independiente en el país sino que efectúa su propio recorte guiado por dos de las bandas más convocantes de la actualidad: El Mató a un Policía Motorizado y Los Espíritus. Alrededor de ellos hace orbitar a muchas otras propuestas (todas o casi todas reseñadas en este blog y varias ganadoras del premio) para conformar un cúmulo de testimonios de boca de los propios protagonistas. Las bandas elegidas no son de la camada de los pioneros sino que ya hacen pie sobre los sólidos cimientos que varios héroes con traje de perdedores pero corazón de hierro nos legaron. Así aparecen las historias, las motivaciones y las ideas de los músicos que son parte de este movimiento indie. La lectura es muy fluida y no hay un hilo conductor que marque un camino. Entre tantas frases y testimonios vale la pena rescatar una genialidad de Maxi Prietto para definir a su banda y condensar el innegable espíritu lúdico que no reniega de lo profesional: "somos un equipo que trabaja seriamente para que esto no se convierta en algo serio".-
Un libro con ese título no podía estar ausente en los comentarios de este reseñador. Nicolás Igarzábal ha tenido inquietudes musicales muy parecidas a las que tenemos todos los que andamos por este baldío digital en formato blog y él las documentó en un libro que es, para mí, de lectura indispensable y que me despertó gran expectativa al instante de enterarme de su edición. Poder tener una publicación de este tipo es una batalla ganada.-
El autor no hace (y lo celebro) una historia o efemérides del rock independiente en el país sino que efectúa su propio recorte guiado por dos de las bandas más convocantes de la actualidad: El Mató a un Policía Motorizado y Los Espíritus. Alrededor de ellos hace orbitar a muchas otras propuestas (todas o casi todas reseñadas en este blog y varias ganadoras del premio) para conformar un cúmulo de testimonios de boca de los propios protagonistas. Las bandas elegidas no son de la camada de los pioneros sino que ya hacen pie sobre los sólidos cimientos que varios héroes con traje de perdedores pero corazón de hierro nos legaron. Así aparecen las historias, las motivaciones y las ideas de los músicos que son parte de este movimiento indie. La lectura es muy fluida y no hay un hilo conductor que marque un camino. Entre tantas frases y testimonios vale la pena rescatar una genialidad de Maxi Prietto para definir a su banda y condensar el innegable espíritu lúdico que no reniega de lo profesional: "somos un equipo que trabaja seriamente para que esto no se convierta en algo serio".-
Capítulos con nombres que refieren a anécdotas se suceden en una amable conversación coral que deja muchos conceptos y posturas que permitirán al lector hacer su propio camino para obtener su conclusión personal o, al menos, conocer a sus agrupaciones predilectas más de cerca.-
Lo que no encontré en el trabajo es una postura personal del autor que permita conocer su opinión personal acerca del valor de esta movida que, como dice Alfredo Rosso, autor del prólogo, constituye parte de una época de oro del rock argentino. Y es que creo que aquellos que nos involucramos en este movimiento de una u otra forma debemos tomar posición no solo desde la mirada estética y emocional sino también desde la valoración conceptual y establecer cuál es el lugar que a la movida independiente le cabe en el rock argentino. El libro valora el hecho que haya frondosas ideas e incontables emociones en bandas que hacen su música por el simple pero gigantesco hecho de hacerla para mostrárselo al mundo sin pedir nada a cambio. Y no digo que haya buenas o malas o mejores y peores. Creo que hay una camada enorme de bandas independientes que desde hace más de veinte años son clasificadas al borde de lo peyorativo y, sin embargo, son el motor creativo que sigue alimentando casi en soledad al rock hecho en el país. Ser "independiente", o "indie", o "emergente" parece quedar confinado a la ignominia y al margen de lo que sería el rock. Y para muchos eso es el rock. Queda claro que es la forma del autor de afrontarlo y de contarlo ofreciendo una detallada huella de parte de la cultura rock de nuestro país pero sin polemizar ni insertar al fenómeno en términos cualitativos en el mapa de la cultura rock de nuestro país. Y acá creo que es donde Igarzabal no cumple con lo que yo esperaba y deseaba durante la lectura de su libro. El rock indie es como un chiste de la historia, el hermano descarriado al que no se puede tomar demasiado en serio porque para seriedad ya hay próceres y alcurnia y estos pibes que desafinan y carecen de todo glamour jamás lo serán.-
Esperaba una conclusión de su parte con una profundidad conceptual a la que no quiso llegar aunque estoy segurísimo que la tiene. Porque el rock argentino independiente conoce su historia pero está flaco de defensores.-
Lo que no encontré en el trabajo es una postura personal del autor que permita conocer su opinión personal acerca del valor de esta movida que, como dice Alfredo Rosso, autor del prólogo, constituye parte de una época de oro del rock argentino. Y es que creo que aquellos que nos involucramos en este movimiento de una u otra forma debemos tomar posición no solo desde la mirada estética y emocional sino también desde la valoración conceptual y establecer cuál es el lugar que a la movida independiente le cabe en el rock argentino. El libro valora el hecho que haya frondosas ideas e incontables emociones en bandas que hacen su música por el simple pero gigantesco hecho de hacerla para mostrárselo al mundo sin pedir nada a cambio. Y no digo que haya buenas o malas o mejores y peores. Creo que hay una camada enorme de bandas independientes que desde hace más de veinte años son clasificadas al borde de lo peyorativo y, sin embargo, son el motor creativo que sigue alimentando casi en soledad al rock hecho en el país. Ser "independiente", o "indie", o "emergente" parece quedar confinado a la ignominia y al margen de lo que sería el rock. Y para muchos eso es el rock. Queda claro que es la forma del autor de afrontarlo y de contarlo ofreciendo una detallada huella de parte de la cultura rock de nuestro país pero sin polemizar ni insertar al fenómeno en términos cualitativos en el mapa de la cultura rock de nuestro país. Y acá creo que es donde Igarzabal no cumple con lo que yo esperaba y deseaba durante la lectura de su libro. El rock indie es como un chiste de la historia, el hermano descarriado al que no se puede tomar demasiado en serio porque para seriedad ya hay próceres y alcurnia y estos pibes que desafinan y carecen de todo glamour jamás lo serán.-
Esperaba una conclusión de su parte con una profundidad conceptual a la que no quiso llegar aunque estoy segurísimo que la tiene. Porque el rock argentino independiente conoce su historia pero está flaco de defensores.-
martes, 15 de mayo de 2018
Entregamos (vagueando) a uno de los ganadores del 2017.-
Ya está más que claro que este 2018 viene muy relajado para el Premio Mr. E. No se exactamente cuáles son las razones pero después de diez años las cosas se ponen un poco arenosas y vale la pena disminuir la marcha. De todas formas las entregas de los premios hay que hacerlas. Los compromisos ya están asumidos y hay que cumplirlos con enorme placer. (De hecho estoy en deuda con Los Reyes del Falsete, ganadores del Premio Mr. E 2016 que aún no recibieron su merecido sobre).-
El fin de semana del 29 y 30 de abril pasados los maravillosos Usted Señálemelo estuvieron en Mar del Plata en el excelente espacio del Club TRI y la dejaron chiquita. Los tipos son una banda increíble y en vivo ratifican la potencia de su disco ganador "II". Además son muy buenos chicos que ostentan muy buena predisposición y un humor mendocino agudo e inteligente. Los pibes exudan talento y carisma y el público se los agradece a cada instante.-
Por primera vez entregamos un premio en Mar del Plata. Siempre hemos viajado para hacer las ceremonias en las salas de ensayo (exceptuando a 107 Faunos) pero esta vez la jugamos medio de vagos y aprovechamos la visita. Quedará para una nueva movida a Mardel el asado del que también son acreedores en la guarida de Mr. E.-
Queda pendiente también la entrega al otro ganador de la décima edición: El Estrellero. Pero esa es otra historia que se concretará en breve.-
Esta vez no hubo show privado (igual los vi en vivo, naturalmente) ni volaron los billetes. El Premio Mr. E está cambiando. Pero el juego sigue.-
Muchas gracias a todos.-
El fin de semana del 29 y 30 de abril pasados los maravillosos Usted Señálemelo estuvieron en Mar del Plata en el excelente espacio del Club TRI y la dejaron chiquita. Los tipos son una banda increíble y en vivo ratifican la potencia de su disco ganador "II". Además son muy buenos chicos que ostentan muy buena predisposición y un humor mendocino agudo e inteligente. Los pibes exudan talento y carisma y el público se los agradece a cada instante.-
Por primera vez entregamos un premio en Mar del Plata. Siempre hemos viajado para hacer las ceremonias en las salas de ensayo (exceptuando a 107 Faunos) pero esta vez la jugamos medio de vagos y aprovechamos la visita. Quedará para una nueva movida a Mardel el asado del que también son acreedores en la guarida de Mr. E.-
Queda pendiente también la entrega al otro ganador de la décima edición: El Estrellero. Pero esa es otra historia que se concretará en breve.-
Esta vez no hubo show privado (igual los vi en vivo, naturalmente) ni volaron los billetes. El Premio Mr. E está cambiando. Pero el juego sigue.-
Muchas gracias a todos.-
jueves, 19 de abril de 2018
En progreso.
"El progreso" - Ardilla.-
Independiente - 2018.-
Miré el sábado pasado el documental "It Was Fifty Years Ago Today! The Beatles: Sgt. Pepper & Beyond". Confieso que me pareció un poco aburrido aunque ver a The Beatles siempre es un enorme placer. Me gustó más "All things must pass" acerca de la cadena de disquerías Tower Records, su rotundo éxito y lamentable caída. Y es que cuando la angustia me atrapa y el rock parece desvanecerse me refugio en estas cosas del pasado. Pero es peor. Me termino convirtiendo en lo que nunca quise ser: un conservador que habla de lo que pasó y no puede hablar de lo que está pasando. Cuando veía a personas atrapadas en el tiempo sosteniendo que Pink Floyd o Yes eran el último bastión del rock salía en su rescate invocando inútilmente a The Smiths o The Jam y, más cerca en el tiempo, a Arctic Monkeys. Claro que no era muy bien recibido o me retrucaban con un tibio gusto por Red Hot Chilli Peppers.-
Hoy soy yo el que queda anclado entre guitarras y aullidos rockers o melodías intensas. No entiendo a Rihana, Justin Timberlake o Calvin Harris. No puedo comulgar con el Hip Hop y menos con el Trap. Ya estoy grande, también es cierto, y el lenguaje de las nuevas generaciones está cada vez más distante. La carga simbólica del rock como expresión desafiante de los jóvenes ha perdido todo sentido y pensar en que puede aparecer un nuevo Bowie es para matarse de risa. Y es que, en verdad, el contexto ya no es el mismo y no lo necesita. En el documental de The Beatles se dice que para la época de la grabación de Sgt. Pepper se empezaba a hablar de rock. Era una nueva concepción del arte. Los músicos se agrupaban de manera estable, buscaban una identidad musical y conceptual, componían sus propias canciones y tocaban ellos solos sin recurrir a sesionistas. Las nuevas estrellas de la música pop han desandado ese camino por completo. ¡Se acabó el rock tal como fue concebido en 1968! Y no está mal. Todo tiene un final y "All things must pass". El proceso es lento y hay algunas cosas que todavía se pueden rescatar. Por suerte.-
Entre esas cosas está Ardilla, la banda que lanza su segundo álbum con la misma altísima calidad de edición que el anterior en un esfuerzo para destacar y que busca otorgarle valor a la edición material. Escuchar hoy una banda como esta es toda una satisfacción. "El Progreso" constituye una suerte de resistencia obstinada que se nutre de las más puras vertientes rockers. Sus dos cantantes ofrecen un costado áspero y adecuadamente sucio por un lado y otro más afiatado en su cantar más terso lo que les permite una amplia colaratura de voces. Instrumentalmente es un disco de guitarras al frente, bien pulsudas y contundentes.-
"El progreso" es un álbum de rock hecho y derecho que, diez años atrás, hubiese considerado un poco por debajo de mi percepción actual. pero como siempre me dejé llevar por mis emociones debo decir que en este marco es un álbum que lleva alta la bandera de ese rock hecho con inteligencia, transpiración y sinceridad. Para los tiempos que corren... para mí es un montón.-
https://www.facebook.com/ardillaoficial/
Independiente - 2018.-
Miré el sábado pasado el documental "It Was Fifty Years Ago Today! The Beatles: Sgt. Pepper & Beyond". Confieso que me pareció un poco aburrido aunque ver a The Beatles siempre es un enorme placer. Me gustó más "All things must pass" acerca de la cadena de disquerías Tower Records, su rotundo éxito y lamentable caída. Y es que cuando la angustia me atrapa y el rock parece desvanecerse me refugio en estas cosas del pasado. Pero es peor. Me termino convirtiendo en lo que nunca quise ser: un conservador que habla de lo que pasó y no puede hablar de lo que está pasando. Cuando veía a personas atrapadas en el tiempo sosteniendo que Pink Floyd o Yes eran el último bastión del rock salía en su rescate invocando inútilmente a The Smiths o The Jam y, más cerca en el tiempo, a Arctic Monkeys. Claro que no era muy bien recibido o me retrucaban con un tibio gusto por Red Hot Chilli Peppers.-
Hoy soy yo el que queda anclado entre guitarras y aullidos rockers o melodías intensas. No entiendo a Rihana, Justin Timberlake o Calvin Harris. No puedo comulgar con el Hip Hop y menos con el Trap. Ya estoy grande, también es cierto, y el lenguaje de las nuevas generaciones está cada vez más distante. La carga simbólica del rock como expresión desafiante de los jóvenes ha perdido todo sentido y pensar en que puede aparecer un nuevo Bowie es para matarse de risa. Y es que, en verdad, el contexto ya no es el mismo y no lo necesita. En el documental de The Beatles se dice que para la época de la grabación de Sgt. Pepper se empezaba a hablar de rock. Era una nueva concepción del arte. Los músicos se agrupaban de manera estable, buscaban una identidad musical y conceptual, componían sus propias canciones y tocaban ellos solos sin recurrir a sesionistas. Las nuevas estrellas de la música pop han desandado ese camino por completo. ¡Se acabó el rock tal como fue concebido en 1968! Y no está mal. Todo tiene un final y "All things must pass". El proceso es lento y hay algunas cosas que todavía se pueden rescatar. Por suerte.-
Entre esas cosas está Ardilla, la banda que lanza su segundo álbum con la misma altísima calidad de edición que el anterior en un esfuerzo para destacar y que busca otorgarle valor a la edición material. Escuchar hoy una banda como esta es toda una satisfacción. "El Progreso" constituye una suerte de resistencia obstinada que se nutre de las más puras vertientes rockers. Sus dos cantantes ofrecen un costado áspero y adecuadamente sucio por un lado y otro más afiatado en su cantar más terso lo que les permite una amplia colaratura de voces. Instrumentalmente es un disco de guitarras al frente, bien pulsudas y contundentes.-
"El progreso" es un álbum de rock hecho y derecho que, diez años atrás, hubiese considerado un poco por debajo de mi percepción actual. pero como siempre me dejé llevar por mis emociones debo decir que en este marco es un álbum que lleva alta la bandera de ese rock hecho con inteligencia, transpiración y sinceridad. Para los tiempos que corren... para mí es un montón.-
https://www.facebook.com/ardillaoficial/
jueves, 22 de marzo de 2018
Como para creer que todavía es posible.
"Pintura de guerra" - Los Mundos Posibles.
Plastilina Records - Independiente 2018.-
Para cualquier seguidor de este blog todo lo que se diga de Rosario Bléfari es ya materia conocida. La cantante es un emblema de la música y la literatura independiente y su solo nombre o el de su banda inicial Suárez inspira respeto y admiración.-
Julián Perla, por su parte, ha edificado una carrera admirable al frente de su banda Mi Pequeña Muerte o como productor y es también (o al menos lo es para mí) uno de los más altos exponentes del rock argentino. En alguna entrevista ha manifestado su admiración por Suárez, la banda que, con corta edad adolescente, lo impactó como pocas. El tiempo y las circunstancias hicieron que ambos se encontraran e iniciaron un camino de amistad y coincidencia musical que llega a este celebrado álbum conjunto.-
Mi Pequeña Muerte fue por un tiempo la banda que acompañó a Rosario Bléfari en sus presentaciones en vivo. Esa gimnasia musical encontró una sincronía de ideas y resultados que dejaron conformes a los dos protagonistas. Sus voces se acoplan con naturalidad y precisión generando un efecto vocal sólido. Perla, con vasta experiencia en producir bandas y solistas desde hace varios años y grabar en su propio estudio, encontró un tono suave para el canto de Rosario con la energía mínima del que recién se levanta. Así, su voz toma un protagonismo menos intenso que en sus otros proyectos más recientes. Lógicamente el álbum es melódicamente y en sus arreglos irreprochable y la comunión de voces compatibles, suntuosa.-
"Pintura de guerra" es en apenas siete canciones un hermoso regalo de estos dos grandes artistas que siempre dan en el clavo. El arranque más entusiasta da paso a un cierre que progresivamente va descendiendo por lo que hay variedad y, por supuesto, buen gusto. El amor es el tema pero no el trágico o el doloroso. Con sencillez dos grandes músicos que acoplan voces, ideas y talento conmueven como para celebrar y homenajear a la canción de amor.-
https://losmundosposibles.bandcamp.com/album/pintura-de-guerra
https://www.facebook.com/LosMundosPosibless/?fref=mentions
Plastilina Records - Independiente 2018.-
Para cualquier seguidor de este blog todo lo que se diga de Rosario Bléfari es ya materia conocida. La cantante es un emblema de la música y la literatura independiente y su solo nombre o el de su banda inicial Suárez inspira respeto y admiración.-
Julián Perla, por su parte, ha edificado una carrera admirable al frente de su banda Mi Pequeña Muerte o como productor y es también (o al menos lo es para mí) uno de los más altos exponentes del rock argentino. En alguna entrevista ha manifestado su admiración por Suárez, la banda que, con corta edad adolescente, lo impactó como pocas. El tiempo y las circunstancias hicieron que ambos se encontraran e iniciaron un camino de amistad y coincidencia musical que llega a este celebrado álbum conjunto.-
Mi Pequeña Muerte fue por un tiempo la banda que acompañó a Rosario Bléfari en sus presentaciones en vivo. Esa gimnasia musical encontró una sincronía de ideas y resultados que dejaron conformes a los dos protagonistas. Sus voces se acoplan con naturalidad y precisión generando un efecto vocal sólido. Perla, con vasta experiencia en producir bandas y solistas desde hace varios años y grabar en su propio estudio, encontró un tono suave para el canto de Rosario con la energía mínima del que recién se levanta. Así, su voz toma un protagonismo menos intenso que en sus otros proyectos más recientes. Lógicamente el álbum es melódicamente y en sus arreglos irreprochable y la comunión de voces compatibles, suntuosa.-
"Pintura de guerra" es en apenas siete canciones un hermoso regalo de estos dos grandes artistas que siempre dan en el clavo. El arranque más entusiasta da paso a un cierre que progresivamente va descendiendo por lo que hay variedad y, por supuesto, buen gusto. El amor es el tema pero no el trágico o el doloroso. Con sencillez dos grandes músicos que acoplan voces, ideas y talento conmueven como para celebrar y homenajear a la canción de amor.-
https://losmundosposibles.bandcamp.com/album/pintura-de-guerra
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jueves, 15 de marzo de 2018
Áspero, sin dudas.
"Punk" - Valle de Muñecas.
Apple Pie / Ultrapop - 2018.-
Aunque parezca mentira este es el primer comentario de la segunda década del Premio Mr. E y lo aprovecho para reflexionar sobre algunas cosas. Ya desde hace un tiempo que estoy angustiado por la decadencia del rock como expresión cultural. Las nuevas generaciones no se identifican con el sonido eléctrico y áspero de las guitarras. El rock era el ruido de la calle y hoy la calle suena en bites. Es razonable que esto suceda. Son los signos de estos tiempos y nada dura para siempre.-
Las disquerías están desapareciendo forzadas por la ausencia de nuevas ediciones de discos desde hace un tiempo destinados exclusivamente a una mínima cantidad de coleccionistas vintage. Los músicos publican canciones de a puñados en plataformas de video que, extrañamente, no tienen videos como Youtube. Los artistas empiezan a considerar su obra como un continuo sin segmentos y el concepto de "álbum" como trabajo cerrado y reflejo de un momento se va desvaneciendo. El público en general, ese que no tiene la avidez por estar actualizado y conocer cosas nuevas, se ríe cuando hablamos de "disco" y nos corrige con un término que también quedó antiguo: "cidí", nos dicen en tono inquisitorio y burlón.-
La música va perdiendo identidad y carácter. Los libros que se editan hablan de lo que pasó hace mucho y el revival del vinilo parece una búsqueda desesperada por ver cómo era aquello que cuentan, libre de todo efecto digital. Así las cosas es muy probable que este año nos veamos mucho menos que antes y haya más silencio de lo habitual. También este proyecto ha perdido sentido en un contexto que, diez años atrás, era bastante distinto y el entusiasmo del inicio también.-
En este marco me pareció apropiado comentar este lanzamiento de Valle de Muñecas banda que, como todos saben, es para mí de las mejores si no la mejor del país y una de las más brillantes que nuestra rica historia rocker ha dado. El cuarteto con varios años de carrera encima y experiencias de sus integrantes en otros proyectos de fuste también procura adaptarse al nuevo mapa de la difusión y distribución de su música. Para ello edita en Youtube cuatro temas (si digo que es un EP parece un cuento de gallegos) de los cuales dos son covers (de Attaque 77 y Mal Momento), un tema es de Menos que Cero y una nueva y muy buena canción de la banda ("Invisibles"). Este goteo de canciones que mezclan el homenaje a otras bandas, el recuerdo de la anterior agrupación de Manza y una nueva producción es una forma de acercarse a nuevas generaciones que abordan la música con este tipo de conducta atomizada. Pero creo que, mostrando dolor por lo que ya no pueden cambiar, también llevan adelante la humorada de editarlo en cassette, un formato insultante en pleno siglo XXI.-
En lo musical Valle de Muñecas despliega su opulencia de recursos para reeditar versiones ostensiblemente mejoradas de dos bandas que suenan raquíticas ante la ebullición afiebrada de sus relecturas. Con seguridad ambas fueron seleccionadas no solo por sus melodías sino también por su lírica de desamor, muy en la línea poética de Mariano Esaín. Convengamos que en cuatro canciones Valle de Muñecas hace gala de su calidad como para seguir abrigando la esperanza de un rock posible y vuelve a demostrar por qué son una auténtica máquina de power pop arrollador.-
Veremos cómo sigue su historia en la era de la música sin soporte material. Y frente a los inevitables cambios y comportamientos que golpean nos dejan una buena lección: "Quizás elija mirar el mundo desde un ángulo mejor".-
https://www.youtube.com/watch?v=EsJ1wJeIPYU
Apple Pie / Ultrapop - 2018.-
Aunque parezca mentira este es el primer comentario de la segunda década del Premio Mr. E y lo aprovecho para reflexionar sobre algunas cosas. Ya desde hace un tiempo que estoy angustiado por la decadencia del rock como expresión cultural. Las nuevas generaciones no se identifican con el sonido eléctrico y áspero de las guitarras. El rock era el ruido de la calle y hoy la calle suena en bites. Es razonable que esto suceda. Son los signos de estos tiempos y nada dura para siempre.-
Las disquerías están desapareciendo forzadas por la ausencia de nuevas ediciones de discos desde hace un tiempo destinados exclusivamente a una mínima cantidad de coleccionistas vintage. Los músicos publican canciones de a puñados en plataformas de video que, extrañamente, no tienen videos como Youtube. Los artistas empiezan a considerar su obra como un continuo sin segmentos y el concepto de "álbum" como trabajo cerrado y reflejo de un momento se va desvaneciendo. El público en general, ese que no tiene la avidez por estar actualizado y conocer cosas nuevas, se ríe cuando hablamos de "disco" y nos corrige con un término que también quedó antiguo: "cidí", nos dicen en tono inquisitorio y burlón.-
La música va perdiendo identidad y carácter. Los libros que se editan hablan de lo que pasó hace mucho y el revival del vinilo parece una búsqueda desesperada por ver cómo era aquello que cuentan, libre de todo efecto digital. Así las cosas es muy probable que este año nos veamos mucho menos que antes y haya más silencio de lo habitual. También este proyecto ha perdido sentido en un contexto que, diez años atrás, era bastante distinto y el entusiasmo del inicio también.-
En este marco me pareció apropiado comentar este lanzamiento de Valle de Muñecas banda que, como todos saben, es para mí de las mejores si no la mejor del país y una de las más brillantes que nuestra rica historia rocker ha dado. El cuarteto con varios años de carrera encima y experiencias de sus integrantes en otros proyectos de fuste también procura adaptarse al nuevo mapa de la difusión y distribución de su música. Para ello edita en Youtube cuatro temas (si digo que es un EP parece un cuento de gallegos) de los cuales dos son covers (de Attaque 77 y Mal Momento), un tema es de Menos que Cero y una nueva y muy buena canción de la banda ("Invisibles"). Este goteo de canciones que mezclan el homenaje a otras bandas, el recuerdo de la anterior agrupación de Manza y una nueva producción es una forma de acercarse a nuevas generaciones que abordan la música con este tipo de conducta atomizada. Pero creo que, mostrando dolor por lo que ya no pueden cambiar, también llevan adelante la humorada de editarlo en cassette, un formato insultante en pleno siglo XXI.-
En lo musical Valle de Muñecas despliega su opulencia de recursos para reeditar versiones ostensiblemente mejoradas de dos bandas que suenan raquíticas ante la ebullición afiebrada de sus relecturas. Con seguridad ambas fueron seleccionadas no solo por sus melodías sino también por su lírica de desamor, muy en la línea poética de Mariano Esaín. Convengamos que en cuatro canciones Valle de Muñecas hace gala de su calidad como para seguir abrigando la esperanza de un rock posible y vuelve a demostrar por qué son una auténtica máquina de power pop arrollador.-
Veremos cómo sigue su historia en la era de la música sin soporte material. Y frente a los inevitables cambios y comportamientos que golpean nos dejan una buena lección: "Quizás elija mirar el mundo desde un ángulo mejor".-
https://www.youtube.com/watch?v=EsJ1wJeIPYU
lunes, 1 de enero de 2018
Décima edición ampliada.
GANADORES 10ma. EDICIÓN PREMIO Mr.E 2017:
"LOS MAGOS".
EL ESTRELLERO.
"II"
USTED SEÑÁLEMELO.
Los diez años del Premio Mr. E merecían un hecho especial sin hacer bandera. La idea entonces fue consagrar para esta décima edición a dos ganadores sin ninguna distinción de calidad ni primero y segundo puestos. Son dos que alcanzan el mismo rango de ser, a criterio de este escuchador y cultor, los dos mejores discos del 2017 y que, por consiguiente, se hacen acreedores a sendos premios de mil quinientos mangos por zabeca. (Además no me olvido que falta la entrega a Los Reyes del Falsete del año 2016).-
Los dos discos son riquísimos en recursos compositivos y melódicos. Son canciones enormes de las que es casi imposible descartar alguna. Los dos son representantes de una nueva camada de músicos que renuevan el rock en un momento en el que la electrónica, el hip hop y los nuevos ritmos se comen las canciones y aportan la calidad de producción y la consola de grabación como los nuevos territorios de la gélida vanguardia o el casi siempre opaco mainstream. Dos grandes álbumes para disfrutar completitos que no reniegan del pasado pero ponen proa al futuro. Enormes felicitaciones para las dos bandas por tan grandes obras.-
Los otros diez discos tienen también suficientes méritos como para ser considerados como grandes trabajos y forman parte de la gran cantera del rock argentino. Mis felicitaciones sinceras y mi agradecimiento para ellos también.-
Han pasado diez años desde que comencé con este noble juego de las reseñas. Me siento muy contento y orgulloso del trabajo hecho ya que siempre fue desde una posición lúdica, jugando y sin compromisos de ninguna naturaleza por fuera de mi propio gusto. He conocido mucha gente genial, he visto tremendas bandas y shows increíbles. Reseñé centenas de discos brillantes y no tanto. Coseché amigos y momentos fantásticos. En general solo tengo palabras de agradecimiento para todos los seguidores y sobre todo para los músicos que son los auténticos destinatarios de esta desinteresada tarea. Pero creo que nunca pude dejar de sentir el amargo gusto de lo inútil. La gente no escucha música como vos que estás leyendo ni como yo que soy el que escribe. Las personas, no importa su edad, se acercan a la música por mera satisfacción y no con la mirada artística que tenemos los fanáticos. Y esto no está para nada mal. Pero es frustrante que gocemos de un movimiento musical tan fecundo que solo es atendido por un puñado de argentinos idealistas y, en cierta medida, presos de la obsesión del melómano. Sueño con que muchos chicas y chicos o señoras y señores puedan descubrir que hay todo un mundo acá abajo de músicos virtuosos y de discos que, sin dudas, les encantarían. Pero se que no es posible. Que aunque apoyemos, difundamos y sigamos continuaremos siendo unos poquitos movilizados por la pasión y, al mismo tiempo, detenidos por la desilusión. Igualmente vale la pena. Estoy seguro que para los artistas es más pesado aún. Y tenemos que seguir bancando. Porque ellos valen la pena y, aunque seamos pocos, lo disfrutamos muchísimo.-
Muchas gracias a todos por estos diez años de satisfacciones.-
Nos vemos pronto y que tengan un 2018 espectacular. Un abrazo para todos.-
Mr. E