domingo, 31 de agosto de 2008

De otro palo, pero bien.


Los Hi-Hats – “Autoespionaje”
Independiente – 2008.-

Llegó a mis manos este disco que merece ser considerado en su condición de independiente pero que, como ocurrió con otros trabajos ya comentados aquí, está un poco alejado del estilo de rock independiente, under, o como ustedes quieran llamarlo.-
Los Hi-Hats se dedican al pop rock más vinculado al costado tradicional del rock argentino. Digamos para establecer una guía objetiva que su fuente de inspiración son más Los Abuelos de la Nada que Pixies. En este contexto hacen un disco cristalino, un pop muy digerible, ágil, fácil y agradable.
Con una producción envidiable y un sonido que debería despertar el interés de cualquier publicista dedicado a los celulares o las gaseosas se hamacan entre el rock clásico (Deja Vu), el funk (en general bastante presente como en Fantasía) o el ska (Algo para matar). No faltan, por supuesto, los pasajes reposados más melancólicos y los aportes de instrumentos de viento o el acordeón en Nada que Ver.
Complacientes y hiteros, es cierto, pero haciéndolo con calidad y sinceridad también puede valer. Eso sí, el premio seguro que no es para ellos.-

sábado, 30 de agosto de 2008

Rock que me deja con ganas.


Rusia – “Accidental”
Independiente – 2008.-
En su disco anterior esta banda desarrolló, sin perder su base potente y guitarrera, un sonido algo más electrónico, reposado. En esta ocasión la decisión ha sido poner al frente toda la artillería rockera y pasar a un segundo planos los teclados. Es evidente que varias cosas han cambiado en Rusia. Su música tomó un sabor más crudo de guitarras que, con resultados no del todo homogéneos, nos legan un álbum de buenas canciones, simples, efectivas, sinceras. Ni más ni menos. Pero esto no deja de ser una noticia conocida: otro buen disco de pop rock fuerte se suma a mi discoteca. Hay ese perfume a “ya lo escuché” que no nos abandona a lo largo de todo el disco. Esto no es malo ni bueno. Rusia hizo un buen disco, prolijo en su producción y en su sonido, pero no llegó a tocar profundamente mi emoción. Buenas guitarras, buenos fondos, buenas melodías, buen cantante (un poco afectada la voz en algunos temas, nada importante) y… no hay más nada. ¡Pero es mucho! podríamos también decir. Es como ese equipo que gana uno a cero, jugó bien pero no dominó, no le hicieron goles pero pasó zozobras, y al final ¡que se yo! El domingo que viene me quedo en casa.
El tema que abre el cd (Objetivo) me pareció el más logrado y original, lo que resulta un poco negativo ya que mi tendencia natural es a seguir esperando mejores canciones a medida que avanzo en la escucha.
Acaban ustedes de leer una crítica dubitativa para un disco que, en mi opinión, a pesar de ser bueno no terminó de redondear una propuesta de alto vuelo. Es probable que más cambios sean necesarios en Rusia.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Perdiendo el Contacto.


Contacto en Francia – “Contacto en Francia”
Jude Records – 2008.-
Justo es suponer que un proyecto artístico de Fernando Astone, ex integrante de Menos que Cero y Valle de Muñecas (bandas de mi especial predilección), que, además, cuenta con la responsabilidad del talentoso Mariano Esaín en la grabación, daría por resultado un conjunto de canciones pop redonditas. Lamento comunicarles que la ecuación planteada da error. Es triste pero es cierto. Me cuesta reconocerlo, pero me rindo ante la evidencia del disco que, con simpática portada, me dice en cada escucha que es cruel pero hay que decirlo.
Un rasgueo de guitarra eléctrica tan elemental como el ritmo de batería que lo acompaña nos da la bienvenida y uno se abre a la esperanza que las cosas mejoren. Pero no. Instrumentaciones simples, poesía pueril (“rompecabezas al que le faltan piezas”, “no veo en la oscuridad”), apariciones tibias de instrumentos de viento y una languidez sin emoción que tiñe el disco son el factor común de todo el trabajo. Además la limitada voz de Astone parece que transforma esa melancolía en desgano. En ese marco las canciones se suceden en un continuo lineal que nos deja con la extraña sensación de estar ante un trabajo al que le faltaron varias horas de cocción.
Pop muy básico y sencillo para currículums bastante encumbrados. Antecedente fallido para esperar, como corresponde, un mejor sucesor.

lunes, 25 de agosto de 2008

Hombre Orquesta.


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Pablo Dacal y La Orquesta de Salón. “La Era del Sonido”
Discos de Salón – 2008.-
Cuando un cultor de lo que genéricamente llamamos rock se apronta a escuchar un disco en el que no figura en sus créditos la tríada sagrada de guitarra-bajo-batería tiene que estar preparado para una experiencia a priori novedosa y liberarse de prejuicios y preconceptos. La Era del Sonido es un muy personal experimento orquestal de Pablo Dacal y su orquesta que resultará cuanto menos extraño a los oídos de los oyentes más “tradicionales” como quien suscribe.
En verdad creo que este podría ser resumido como un álbum de música pop, proponiendo también incursionar por el folklore o ciertos aires tangueros. La particularidad de la orquestación de instrumentos de cuerdas y vientos es la apuesta que este artista decide hacer en pos de un sonido diferente, distinguido y arriesgado. Pero este tipo de decisiones también tiene costos que hay que asumir. Quiero decir con esto que La Era del Sonido es un buen álbum de canciones, con picos compositivos altos como “Zamba del Fin del Mundo” o “Ella ya está en la Playa”, pero que, en virtud de esa estructura sonora de cuerdas y vientos, me resultó algo monótona. Los violines y los clarinetes y trompas resultan demasiado para este oyente que, probablemente por desconocer o no tener esos timbres en su mente musical, reclama otros matices más eléctricos. Pero este es un disco pop y por eso merece ser comentado como tal en este sitio, vendido en disquerías especializadas y movido en los círculos de pop-rock independiente.
La voz grave de Dacal le otorga otro punto de distinción y elegancia. Las canciones muestran ritmos variados y a veces parecen alargarse más de lo debido. Parecen funcionar mejor como recreo en un compilado o en un set de rock independiente que en un continuo de canciones como es un álbum.
Difícil me resulta calificar a este disco que por momentos me llena de regocijo y en otros casi me obliga al salteo del cd. Sin embargo juzgo muy valiente y sincera la propuesta. A los que nos gusta la música no nos queda otro camino que comprobar por nuestros propios medios cuan equivocado o no estoy.

viernes, 22 de agosto de 2008

Clase Turista.


Banda de Turistas – “Mágico Corazón Radiofónico”
Estamos Felices – 2008.-


Después que se acallaron los comentarios acerca de este disco, acerca de los que escribieron esos comentarios y acerca de lo que esos comentarios decían, llega Mr. E con el suyo, tranquilito y sin participar de la tormenta.-
Que son Los Gatos, que se nutren del Kraut-rock de Can, del beat de los sesenta y no se que otras cosas más. Me alcanza con decir que Banda de Turistas han construido un disco de primera línea y que son serios candidatos a quedarse con el premio.-
Estos chicos hacen canciones. Muy lindas canciones pop que van a deleitar tus oídos y van a emocionarte ¿se puede pedir algo más? Muy agradables guitarras lideran la estructura de las canciones cantadas con voces medio cansinas y con alguna inclusión de soniditos electrónicos para poner un poco de “componente moderno”. Por supuesto que tanto comentario no es en vano y algo de olorcito a naftalina hay, pero muy bien utilizado. “Vintage”, para ayudarse con un modismo cool.-
“Para nosotros es importante la palabra pop, pues encierra esa música dúctil, entendible, escuchable, agradable y accesible. Y eso, mezclado con la psicodelia, que es algo más etéreo, te lleva hacia una búsqueda en la que quizás encontrás algo novedoso.” (Nota al grupo en Los Inrockuptibles, Julio´08). Poco que agregar a una concepción tan clara como certera.-
Disco cristalino y brillante repleto de melodías y hits incansables. Un trabajo pleno de talento hecho por chicos de veinte años que no desprecian la historia del rock y que nos permiten seguir pensando en que el rock argentino, aún en las hemorroides del mundo, tiene mucho para dar.-

Re-flexiones

Este ejercicio al que no estaba habituado de comentar discos me ha otorgado algunas perspectivas nuevas en la evaluación de la música que escucho. Si bien siempre escuché y efectué un comentario interior y personal de todos los discos que pasaban por mis oídos debo decir que la decisión de armar este cirquito del premio me comprometió a ser un poco más “profesional” con lo que hacía. No piensen que me agrandé (no más de lo agrandado que es Mr. E por naturaleza) pero siento que se generó como una responsabilidad a partir de la aparición de los comentarios que hago. De hecho mucha gente me lo ha hecho saber y le otorga una alta importancia (a mi juicio excesiva) a mis palabras. En otros casos (por suerte muy pocos) algunos lectores han despreciado mis opiniones o los trabajos de algún artista citado. Nunca nos olvidemos en ningún caso que esto un juego y que el objetivo es pasarla bien y colaborar con los artistas del rock independiente. Sería posible que el Premio Mr. E existiese sin blog (no habría comentarios públicos, decidiría en absoluta soledad quién es el ganador y entregaría el efectivo en el más absoluto de los anonimatos) pero sería terriblemente aburrido y, ya que pongo unos mangos, creo merecer algo de protagonismo en este subdesarrollado proyecto construido también en la más militante independencia.

Y este comentario nació luego de algunas cosas movilizantes puntuales. La primera es la lectura de una nota en Página/12 en la que se entrevistaba a nuevos dramaturgos argentinos. En ella rescaté una opinión, aplicada al campo del teatro, muy adecuada también para el rock, a cargo de Germán Rodríguez: “–En los ’80 y ’90 existía la necesidad de romper con ciertas estructuras. Ahora ya no tenemos esa presión; existe una mayor apertura y de algún modo tenemos más permiso para el juego y el humor. Creo que esto derivó en la diversidad de propuestas que hay.”

“- No existe esa necesidad de enfrentamiento con generaciones pasadas, de decir: “Estamos haciendo otra cosa”. El esfuerzo está en sostener lo que uno quiere hacer desde un lugar auténtico.

Esta idea me resultó reveladora. No es necesario hacer discos revolucionarios ni música que derribe barreras. El rock se muerde la cola (o las colas de sus innumerables vertientes) hace rato y lo que aparecen son relecturas o matices más o menos arriesgados pero valiosos desde su autenticidad y que llegan a emocionar a quienes escuchamos. Esos son los artistas que valen. El Mesías ya llegó (para algunos The Beatles, para otros Rolling Stones o Deep Purple, no sé) y seguir esperándolo no tiene demasiado sentido.

La segunda cosa que me motivó a rever este asunto es la variedad de comentarios del disco de Banda de Turistas aparecidas en revistas y sitios de Internet. El pico debe haber sido la catarata de comentarios de lectores en Global Art. Toda la chorrera de opiniones, calificaciones, descalificaciones, etiquetas y peleas parecen exageradas.

Por último todo esto me llevó a reflexionar acerca de mi propio comentario del disco de Indiana “Seguro contra terceros”. En él destaqué la indiscutible similitud con Radiohead con, debo reconocer, demasiada vehemencia. De esa manera perdí el horizonte del verdadero objetivo de una crítica que debería ser evaluar al artista por su trabajo. Y si bien su fuente de inspiración es parte de ese trabajo, no es la única parte. Hay que decir también en mi propia defensa que, si bien no explícitamente, el comentario rescata al disco como bueno. Pero convengamos que siempre es mejor ser bien clarito. Por lo tanto digo que EL DISCO DE INDIANA ES MUY BUENO a pesar de tener un innegable perfume Radiohead que todo lo inunda. Pero sigue resultándome frustrante que músicos capaces de hacer un muy buen disco como este no puedan redondear una propuesta más riesgosa o personal. Pero ¿por qué tiene que resultarme frustrante?

La conclusión de toda esta lata es que no hay nadie a quien enfrentar, ni vallas que saltar, ni muros que derribar. Hoy tenemos la posibilidad de disfrutar de los músicos que nos gusten y nos emocionen con su arte auténtico y sincero. Relajémonos. De The Beatles para acá todo ya se ha dicho, al rock lo mataron mil veces y nunca murió. Si hay similitudes, inspiraciones, infladas de la prensa o artistas que no nos gustan del todo, bueno, es parte del asunto. No lastimemos nosotros mismos una escena independiente que, de chiquita, entra en el garage de casa. Disfrutemos de lo que tenemos en lugar de llorar por lo que no tenemos. He dicho.-

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/10-10846-2008-08-07.html

http://www.global-art.com/lanzamientos/nota/leer/banda-de-turistas-magico-corazon-radiofonico-estamos-felices-072008/

sábado, 16 de agosto de 2008

Bonzos.

Shaman y Los Hombres en Llamas – “En el Mundo de Fuego”

Laptra – 2008.-


Shaman Herrera es un músico de la ciudad de Comodoro Rivadavia que reside y desarrolla su carrera artística en La Plata. Shaman es el productor del muy buen álbum de Atico (comentado en este blog y serio candidato a quedarse con el premio). Shaman es seguramente un personaje polémico y es el comandante de Los Hombres en Llamas, la banda que firma este muy buen disco.

Guiados por la personal voz del dueño del proyecto, con un registro bajo poco habitual en los campos del rock, Los Hombres en Llamas edifican un folk oscuro, denso, oprimente e inquietante. Música por momentos teatralmente expresiva que podría ser la banda de sonido de alguna película de rutas solitarias y personajes freaks. Música que no servirá para conquistar a las chicas fashion pero que, llena de matices y sabores, nos dejará más que satisfechos.

Con aires folklóricos ennegrecidos por la voz cavernosa de Shaman pero siempre adosando recursos que dan nuevos giros a las canciones (voces femeninas, vientos, coros agudos que contrastan con la voz líder) invitando al oyente a un viaje plagado de referencias a la soledad, los planetas y todo un halo místico muy acorde con el sonido de la banda.

Shaman y Los Hombres en Llamas han construido un muy buen álbum de canciones personales y de muy fuerte carácter con la segura convicción de hacer música desde adentro y sin querer subirse a ninguna referencia de moda ni adoptar posturas. Música para gente prendida fuego.


http://www.myspace.com/shamanyloshombresenllamas

sábado, 9 de agosto de 2008

No tan confundidas.


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Estoy Konfundida – “La Criatura
Independiente – 2007.-
Punk rock a morir es lo que las chicas de Estoy Konfundida tienen para ofrecer. Ni más ni menos. En un género con visible protagonismo masculino una banda de cuatro mujeres no deja de ser una rareza bienvenida. Su disco, del año 2007, me llegó mediante Marlon Bardo por lo que agradezco a ambos la gentileza.
El estilo punk pone su corsé y se hace difícil moverse en busca de diversidad. El tratamiento de voces es ambicioso y variado para el punk rock, con coros rabiosos y grititos hiper agudos que le dan un toque personal. La banda suena muy potente y veloz como rata, sin perder por ello precisión por lo que hay que decir que Estoy Konfundida hace muy bien su trabajo.
Pero, como siempre digo frente a este tipo de propuestas, las cosas están agotadas y nada podrá ya sorprendernos en este terreno. Para los cultores del género este buen álbum será de su agrado, para los buscadores de nuevas sensaciones habrá que seguir explorando y este disco resultará de satisfactoria escucha. Pero como todo músico punk (o, mejor dicho, todo músico de rock) esto debe saberlo y no estoy agregando nada nuevo.
Me gustaron sus posiciones en sus letras, en algunos casos dramáticas (“pediste tres deseos pero ninguno se cumplió” / “desconectar mi corazón ahogando todo este dolor”), en otras más despreocupadas (“no me banco tus problemas / me cansa tu infelicidad”) pero mostrando siempre carácter y resolución. Las chicas se ponen duras y hay que aguantar.
Punk y más punk de manual con indiscutible toque femenino (no “marimacho”, a no konfundir) recomendable para seguidores del palo.

viernes, 1 de agosto de 2008

Máxima número 3.

Algunas compañías grabadoras, algunos músicos, algunas empresas de venta de música, algunos críticos y algunos periodistas han anunciado hace ya varios años la muerte del disco. Habría que ver de qué hablan cuando lo dicen. Un disco puede ser un cd, un vinilo, todo eso junto, un archivo de bits. En realidad un disco es un mal término argentinizado. Me gusta la idea anglo del “álbum”, es decir una colección acotada de elementos (en este caso canciones, pero podrían ser fotos o figuritas) con una contención física (la tapa, el sobre, la caja) y una contención conceptual unitaria (figuritas de fútbol, fotos de las vacaciones de invierno o canciones de un artista cualquiera). Defino entonces así el concepto de álbum (lo que siempre llamamos disco y cualquier nabo te dice ahora: “¡qué antiguo, dice disco! ¡se dice “ci di”! limitando la idea del disco al vinilo).

Distinto es el tema del soporte. El álbum puede ser, como ya dijimos, un cd, un vinilo, un cassette, un diskette, un pen drive o, por que no, un concierto en vivo (una especie de álbum único e irrepetible sin contención física). El soporte es el medio por el cual accederemos a las canciones y, en verdad, poco importa desde el punto de vista artístico. El álbum es el álbum más allá de dónde esté contenido y de la calidad del audio. De hecho hace unos años los álbumes se editaban en distintos formatos simultáneos (cd, vinilo y cinta en cassette) para que cada consumidor accediera al que más le gustaba o usaba.

Pero ese concepto de álbum como un puñado de canciones es el que no se ha perdido y no creo que se pierda a pesar de algunos experimentos aislados como tanteando en la oscuridad nuevas opciones de distribución comercial. Es cierto que las nuevas generaciones son más proclives a descomponer los álbumes en canciones unitarias y servirse solo de las que les gusta. ¡Pero eso ya se hacía antes con los cassettes de cinta! Los jovatos comprenderán lo que digo y recordarán que compilaban lo mejor de varios álbumes en un TDK de 60 minutos para ahorrar guita o para evitar escuchar canciones que no interesaban. ¡Siempre hubo y siempre habrá gente a la que no le interesa la música y elige solo las canciones que quiere para la banda de sonido de su vida gris!

Los artistas siguen pensando en grabar un disco, los periodistas comentan y critican discos, los fanáticos esperamos discos de nuestros artistas favoritos, las disquerías venden discos y todo sigue girando alrededor del disco (o mejor dicho del álbum). Esa idea, ese concepto, no se han perdido y siguen tan vivos como los pájaros. Hay nuevos comportamientos de los consumidores de música, nuevas tecnologías, nuevos posicionamientos comerciales de los protagonistas del negocio, nuevos problemas para los artistas pero si hay algo que no es nuevo es el concepto de álbum que, a mi juicio, sigue tan vigente como siempre.

Por lo tanto la Máxima número tres de Mr. E dice:


“El disco como concepto no ha muerto y lejos está de morir.”


Y agrega: larga vida al disco (¡al álbum!) y olvidemos la discusión absurda del vinilo versus el cd.