
En el diario Clarín de hoy hay una muy buena nota acerca del rock de La Plata a cargo de Juan Andrade. En ella se destacan tres bandas: Norma, El Mató a un Policía Motorizado y Monstruo! Es en verdad un buen panorama de la Manchester argentina (Clarín dixit) aunque no sorprende a los seguidores del rock independiente argento y menos a los que frecuentan este blog. El Premio Mr. E aparece al hablar en un apartado de Norma lo que es, lógicamente, motivo de orgullo personal.
Con el título de "Y ahora, el desafío" el periodista Pablo Schanton (a quien respeto profundamente) hace su aporte y dice textualmente:
"El 2008 fue uno de los peores años del rock nacional, pero el show debe continuar y, mejor, disimulemos. En estas épocas desérticas, se busca agua donde sea. Y así recurrimos a La Plata: un micromundo con universitarios, disquerías al día, pubs y una radio de gusto amplio. La cuestión es si las bandas nacidas en ese "vivero del rock" pueden sobrevivir en terrenos mayores".
Me parece indispensable, importante, fundamental analizar estas palabras. Pablo Schanton no ha pasado por la página de Mr. E. Al menos quince discos del año pasado han sido entre muy buenos y excelentes. Doce elegí como los mejores. O Pablo tiene un paladar demasiado exigente o está analizando las cosas desde un costado en exceso mainstream. Sería más justo decir
"de acuerdo con el criterio del cronista y considerando los discos por él escuchados, el 2008 fue uno de los peores años del rock nacional". Ahí estaríamos más de acuerdo.
Ahora veamos, estas bandas ¿pueden sobrevivir en terrenos mayores? pregunta el periodista. Y pregunto yo, que no lo soy, ¿cuáles son los terrenos mayores? ¿son los que habitan Pity, Bersuit y pordioseros varios? ¿qué hay que hacer para sobrevivir en los terrenos mayores? ¿quieren estas bandas sobrevivir en esos terrenos mayores? ¿no serán estos terrenos de Norma, Monstruo!, EMAUPM, y tantos otras bandas mucho pero mucho más mayores que los terrenos mayores a los que hace referencia Pablo?
Esto puede ser visto como un gran aporte del Gran Diario Argentino a la difusión del rock independiente y subterráneo. O se puede evaluar como una mirada a un caso simpático y colorido de un hecho aislado que va por otro carril, porque el rock argentino parece que fuera otra cosa, más de La Viola y de los festivales de bebidas.
El rock argentino está en otro lado. Está en la sangre de estos chicos, y no tan chicos, que en La Plata, Buenos Aires, Santa Rosa o en la localidad que se les ocurra tienen el talento y las pelotas para hacer la música que les sale del alma y no ver si hacen más guita intoxicándose o haciéndose las locas mientras los medios masivos les hacen notas impresentables y ellos hacen discos inescuchables en nombre del rock argentino. Tracemos la línea, dividamos las aguas, quédense ustedes con la etiqueta de "rock nacional", con los terrenos mayores, y con los recitales de estadios. Nosotros no vamos a sobrevivir ahí sencillamente porque ahí ni siquiera se puede vivir.
Igual gracias a Clarín. Mucha gente se va a enterar que existe otro rock en Argentina y algo nos puede ayudar. Otra gente usará el papel para prender el fuego para hacer asado.-
http://www.clarin.com/diario/2009/02/10/espectaculos/c-00611.htm