Caracol Rojo - 2013.-
"Sé que lo que hacemos no es algo agradable para todos, o no es fácil de escuchar" dijo Daniela, baterista de la banda en su mensaje para invitarme a encontrarme con Cuco. No soy un buen catador de música que se mueve en los extremos. "Experimental" es la etiqueta frecuente y anodina para encuadrar a propuestas que, como la de Cuco, se sale de los cánones, desconoce estrofas, desprecia estribillos y torsiona melodías y ritmos hasta desfigurarlos con crueldad. Rompiendo estructuras alcanzan un encanto especial y seductor. Las sorpresas se suceden sin descanso usando percusiones de bombos, golpes, violín (Federico Terranova, de la banda Fútbol) y, fundamentalmente, alaridos con guitarrazos que dejan al Trash Metal más pintado sonando como One Direction.-
Cuco manipula su música con pinceladas sacudidas a lo Jackson Pollock que genera otra, y otra, para volver a dar sucesivos latigazos de color. El resultado es sobrecogedor y la tensión que deriva en explosión está permanentemente presente. Su música suena fantasmal y perturbadora. El disco gira en continuado para volver a experimentar la excitación de su sonido enloquecido. Para terminar, y como pidiendo perdón por tanta furia, el track final incluye una caja de música y la voz de un niño tarareando canciones de La Novicia Rebelde. Estos pibes están locos. Me alegro. Ojalá que no se vuelvan cuerdos nunca y sigan sorprendiendo. Dejá que te lleve el Cuco.-
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