Crónica de una jornada extraordinaria.

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Muchas veces cuando conozco a una nueva banda independiente que me gusta (mediante sus discos, claro está), ensayo un ejercicio de paralelismo entre ellos y yo. Imagino, por ejemplo, que les gusta la cerveza tanto como a mí, que sus discotecas no deben ser muy diferentes a la mía, seguramente elegiríamos más o menos las mismas películas para ir al cine y hasta tendríamos un lenguaje humorístico en común. Mucho más cercano es cuando la banda es argentina y ya los contactos son más y mayores. No sé por qué… es algo que me pasa. Es como una corriente de afecto y admiración con la que trato de acercarme a los artistas que me emocionan.

El sábado 28 de marzo de este año será una fecha que guardaré en mi disco rígido de satisfacciones más altas. Ese día comprobé que esa corriente es real, que se produce y que va y viene. Ese día nos encontramos con Norma para, finalmente, entregarles el Premio Mr. E.-

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Después de contactarnos por mail arreglamos el encuentro en su sala de ensayo en pleno centro de la ciudad de La Plata. Fui acompañado por mis estrechos colaboradores (en realidad dos vagos) Lady N y S Guy y sobre todo por nuestra guía espiritual Mrs. V. Que ellos asistan a este encuentro cargado de expectativa fue también muy importante para mí.

La primera impresión en la puerta de la vieja casona fue de sorpresa mutua. No nos conocíamos personalmente, pero fue muy grato verse "en vivo". El tiempo necesario para establecer una corriente de amistad no fue más de un minuto. Cuando personas sinceras en sus propuestas y apasionadas en sus búsquedas se encuentran no hay otro camino que pasarla muy bien. Durante dos horas, sentados en el patio en la calurosa noche platense, pasamos el tiempo cagándonos de risa.

Los Norma son cuatro personas maravillosas. No me sorprende, ya que detrás de artistas de semejante espesor tiene que haber, inequívocamente, tipos de similar calibre, que la juegan redonda y al pie, que tienen una entereza y una convicción por su arte a prueba de mediocres y blindadas a las dificultades. Dueños de una fina sensibilidad, sentido del humor y amplitud mental sin fronteras me recibieron como quien recibe a un amigo que hace mucho que no ves. El sabio y respetuoso liderazgo de Chivas, la serena sabiduría de Gualberto, las acertadas reflexiones de Richard y el filoso humor de Cosca marcaron una noche memorable. Hablamos de fútbol, de Gimnasia y de Estudiantes, de La Plata y de Mar del Plata, de producción, mercado, difusión y de sacrificios. Nombramos cientos de bandas y discos, cds, vinilos, conciertos y personajes del rock. Escuchamos y contamos mil historias entre mates y con la música de The Clash de fondo. Como les dije a ellos fue uno de los momentos más lindos y emocionantes que el rock me dio. Haber encontrado este juego del Premio Mr. E es una enorme satisfacción que se corona con las risas del patio de La Plata de Norma y por el irrisorio precio de mil mangos en un sobre. Me encantaría más que nunca seguir adelante. Y así lo voy a hacer. La experiencia ha sido extraordinaria. Seguiremos con esta empresa pedorra y tercermundista de premiar a los artistas que me emocionan. Es la guita mejor invertida.

El video de este encuentro puede verse en Youtube. Si no da el link, buscar en el mismo sitio "Norma y Mr. E" (gracias a Jorge que me ayudó de amigo nomás con la conversión). Prueba irrefutable de la entrega del premio contra todos los pronósticos en contra. ¡Vamo Mr E!