Rockero de ley.

Franzo, guitarrista de amplia trayectoria y grueso currículum musical, tuvo la amabilidad de enviarme su disco. Este hecho, que profundamente le agradezco como a todos los artistas que me mandan discos o simplemente se comunican, ha despertado en mí dos cuestiones para reflexionar. La primera es cuán necesitados están los músicos de difundir su obra y de llegar a la mayor cantidad de gente posible, aún en condiciones no demasiado favorables. Y digo esto porque Franzo sabe que este no es el palo que mejor le combina, ya que, si bien su disco es absolutamente independiente, su búsqueda musical se aleja un poco de todo lo comentado hasta ahora en el blog. Y él lo sabe. Así y todo manda su disco, confía en que será comentado y banca al proyecto del Premio Mr. E, lo cual vuelvo a agradecer de corazón.
La segunda reflexión es acerca de la injusticia del mercado de la música. Franzo lleva años de producción musical y no ha obtenido un reconocimiento de parte del público que le permita, y esta es mi suposición, vivir de su arte. Y el verdadero artista no tiene por objetivo el lucro, pero no le viene nada mal. Y aseguro esto considerando que el disco de Franzo es mejor que muchos otros que, cabalgando en el mismo estilo, logran resultados comerciales superiores con productos artísticos menores.
Hecha esta introducción pasemos al comentario.

Franzo – Idem.
B.M.V. – 2008.

Franzo muestra en su sitio un frondoso listado de participaciones y producción con otros músicos relevantes. Su disco es un disco de rock en la línea, diría, histórica del rock argentino. La música de Franzo es lisa, llana, sin pliegues. No pidamos excentricidades ni riesgos. Franzo recorre los caminos del rock con el manual en la mano y, hay que decir que lo hace muy bien.
Es un muy buen guitarrista y un fino compositor de canciones en la línea de Fito Páez o del viejo Rubén Goldín. Su trabajo transita por la balada, el rock algo más potente o el toque soul, con estudiada prolijidad y esmerado cuidado.
Como sucede en estos casos de rock “respetuoso” no encontrarás distorsión, tampoco aullidos ni gritos, menos espacios de instrumentaciones colgadas. Si hay lugar para coros femeninos, fraseos sobrios o solos de guitarra virtuosos.
Con varias alusiones al barrio, los amigos y la vieja pero sin caer en la vulgaridad, Franzo se mete en un tono popular que le queda bien y aborda letras con mensajes sociales inteligentes.
Reconozco que no es el tipo de rock que yo escucho o más disfruto. Y lo reconozco tanto como que es un muy buen disco de rock clásico. De hecho me gusta mucho más que cualquier cosa de Iván Noble. El mundo del rock es así de injusto.

www.myspace.com/franzorock
http://www.franzorock.com.ar/