Este ejercicio al que no estaba habituado de comentar discos me ha otorgado algunas perspectivas nuevas en la evaluación de la música que escucho. Si bien siempre escuché y efectué un comentario interior y personal de todos los discos que pasaban por mis oídos debo decir que la decisión de armar este cirquito del premio me comprometió a ser un poco más “profesional” con lo que hacía. No piensen que me agrandé (no más de lo agrandado que es Mr. E por naturaleza) pero siento que se generó como una responsabilidad a partir de la aparición de los comentarios que hago. De hecho mucha gente me lo ha hecho saber y le otorga una alta importancia (a mi juicio excesiva) a mis palabras. En otros casos (por suerte muy pocos) algunos lectores han despreciado mis opiniones o los trabajos de algún artista citado. Nunca nos olvidemos en ningún caso que esto un juego y que el objetivo es pasarla bien y colaborar con los artistas del rock independiente. Sería posible que el Premio Mr. E existiese sin blog (no habría comentarios públicos, decidiría en absoluta soledad quién es el ganador y entregaría el efectivo en el más absoluto de los anonimatos) pero sería terriblemente aburrido y, ya que pongo unos mangos, creo merecer algo de protagonismo en este subdesarrollado proyecto construido también en la más militante independencia.
Y este comentario nació luego de algunas cosas movilizantes puntuales. La primera es la lectura de una nota en Página/12 en la que se entrevistaba a nuevos dramaturgos argentinos. En ella rescaté una opinión, aplicada al campo del teatro, muy adecuada también para el rock, a cargo de Germán Rodríguez: “–En los ’80 y ’90 existía la necesidad de romper con ciertas estructuras. Ahora ya no tenemos esa presión; existe una mayor apertura y de algún modo tenemos más permiso para el juego y el humor. Creo que esto derivó en la diversidad de propuestas que hay.”
“- No existe esa necesidad de enfrentamiento con generaciones pasadas, de decir: “Estamos haciendo otra cosa”. El esfuerzo está en sostener lo que uno quiere hacer desde un lugar auténtico.”
Esta idea me resultó reveladora. No es necesario hacer discos revolucionarios ni música que derribe barreras. El rock se muerde la cola (o las colas de sus innumerables vertientes) hace rato y lo que aparecen son relecturas o matices más o menos arriesgados pero valiosos desde su autenticidad y que llegan a emocionar a quienes escuchamos. Esos son los artistas que valen. El Mesías ya llegó (para algunos The Beatles, para otros Rolling Stones o Deep Purple, no sé) y seguir esperándolo no tiene demasiado sentido.
La segunda cosa que me motivó a rever este asunto es la variedad de comentarios del disco de Banda de Turistas aparecidas en revistas y sitios de Internet. El pico debe haber sido la catarata de comentarios de lectores en Global Art. Toda la chorrera de opiniones, calificaciones, descalificaciones, etiquetas y peleas parecen exageradas.
Por último todo esto me llevó a reflexionar acerca de mi propio comentario del disco de Indiana “Seguro contra terceros”. En él destaqué la indiscutible similitud con Radiohead con, debo reconocer, demasiada vehemencia. De esa manera perdí el horizonte del verdadero objetivo de una crítica que debería ser evaluar al artista por su trabajo. Y si bien su fuente de inspiración es parte de ese trabajo, no es la única parte. Hay que decir también en mi propia defensa que, si bien no explícitamente, el comentario rescata al disco como bueno. Pero convengamos que siempre es mejor ser bien clarito. Por lo tanto digo que EL DISCO DE INDIANA ES MUY BUENO a pesar de tener un innegable perfume Radiohead que todo lo inunda. Pero sigue resultándome frustrante que músicos capaces de hacer un muy buen disco como este no puedan redondear una propuesta más riesgosa o personal. Pero ¿por qué tiene que resultarme frustrante?
La conclusión de toda esta lata es que no hay nadie a quien enfrentar, ni vallas que saltar, ni muros que derribar. Hoy tenemos la posibilidad de disfrutar de los músicos que nos gusten y nos emocionen con su arte auténtico y sincero. Relajémonos. De The Beatles para acá todo ya se ha dicho, al rock lo mataron mil veces y nunca murió. Si hay similitudes, inspiraciones, infladas de la prensa o artistas que no nos gustan del todo, bueno, es parte del asunto. No lastimemos nosotros mismos una escena independiente que, de chiquita, entra en el garage de casa. Disfrutemos de lo que tenemos en lugar de llorar por lo que no tenemos. He dicho.-
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/10-10846-2008-08-07.html
2 comentarios:
y si... el disco de indiana es muy bueno. le falta lobby nomas...
Mr e, aca juan manuel del grupo SuperFluo, para dejarte saludos y comentarte que inauguramos neustra web con formato blog en la cual ademas de dar a conocer nuestra musica, tambien mostraremos lo que pensamos sobre algunas cosas.
te invito a que leas la ultima (en realidad primera posteada) reflexion que he hecho, en este caso sobre las formas de entender el rock n roll.
Cuento-te que visito seguido tu blog y leo detenidamente algunas reflexiones y criticas de discos, y ahora que me adentro en este mundo del "blogueo" pasaré a comentar mas seguido.
un saludo enorme y pasaos!
juan
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